El presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Vlado Mirosevic, se refirió a sus expectativas en relación al “Acuerdo por Chile”, que en la tarde de este lunes comenzará a ser analizado en la Comisión de Constitución del Senado.
Sobre el debate que se va a producir, el parlamentario declaró a radio Cooperativa que “yo diría, en general, que siempre va a haber espacio en el Congreso de que existan propuestas de mejoras, por la diversidad de fuerzas políticas. Sin embargo, no tengo ninguna duda de que lo que se firmó se va a aprobar, y creo que la gran mayoría -no puedo poner las manos al fuego por todos- va a cumplir la palabra empeñada”.
“El momento de hacer los comentarios y propuestas de cambio ya pasó, era en la negociación. Hoy lo que queda es cumplir la palabra para que Chile pueda tener en 2023 una nueva Constitución, así de simple”, aseguró.
El parlamentario defendió el acuerdo y aclaró que “no hay un acuerdo perfecto para nadie. Parte de la definición de un acuerdo es que uno concede una parte y gana otra; nadie puede imponer el 100% de su criterio, no es posible ni deseable”.
Detalló que “los 50 (integrantes del Consejo Constitucional) van a ser quienes detenten el mayor poder en la definición del texto, porque van a ser quienes puedan finalmente definir las normas. Los expertos tendrán un rol de acompañamiento importante, pero seguirá siendo secundario respecto de aquellos electos popularmente”.
Aseveró que en el plebiscito de septiembre “el triunfo del Rechazo significó una reducción de expectativas”, frente al programa de Gobierno de Gabriel Boric y, además, un mensaje de que, “‘ojo, hay algo que el país está mostrando y lo tenemos que ver’”.
“Más allá de contenidos específico, me da la impresión de que la gente rechazó un tono, cierto estado de ánimo, un relato y una estética que ahuyentaron a las grandes mayorías” y recalcó que esas características “no están tan presentes en el Gobierno”.
“Este segundo intento, y probablemente final, me atrevería a decir que va a ser un espacio de ir hacia mínimos comunes: probablemente no va a ser un texto donde podamos meter todos los contenidos; la Constitución tiene que ser un piso mínimo, de definición común, y de ahí para arriba cada uno tendrá sus ideas políticas”, agregó.
Añadió que “hay que ponerse en la expectativa de que va a ser una Constitución mínima, de acuerdos civilizatorios básicos republicanos”.