En conversación con Radio Universidad de Chile, distintos especialistas y actores de la educación analizaron los recientes resultados del Simce 2022 y coincidieron en destacar que aunque no es una buena noticia, las cifras no son muy distintas a las mediciones de años anteriores.
Conocidos los bajos resultados que arrojó la prueba, una avalancha de opiniones críticas surgieron principalmente contra quienes defendieron la posición de mantener los establecimientos escolares cerrados durante la pandemia. Ahora, es otro argumento más de la oposición para la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.
Además, el Colegio de Profesores quedó en el centro de las acusaciones debido a las críticas al gobierno de Piñera en el manejo de la pandemia en los establecimientos escolares. Mientras tanto, en su reaparición pública, el expresidente Sebastián Piñera acusó al “octubrismo” de estos resultados.
Recordemos que la Agencia de Calidad de la Educación entregó el miércoles los resultados del Simce aplicado en noviembre de 2022, que muestran el impacto que tuvo la pandemia en el sistema educativo.
En lectura se observó una baja de 4 puntos en 4° básico (267) y de 6 puntos en II Medio (243). En Matemática se registró una baja considerable en ambos niveles educativos, de 10 puntos en 4° básico (250) y de 12 puntos en II medio (252).
La rectora de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) Elisa Araya, el académico, Xavier Vanni, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE) y el doctor en educación e investigador del instituto de Investigación y Desarrollo Educacional (IIDE) de la Universidad de Talca, Sebastián Donoso, analizaron los resultados de la prueba más allá de las cifras.
Brechas sociales
La rectora Elisa Araya, afirmó que aún es necesario analizar distintas variables para tener una opinión acabada de los resultados de la prueba y aunque “es una mala noticia, me sorprende que se sorprendan los especialistas”.
La académica indicó que “si bien hay un retroceso en todos los niveles siempre, ha habido una brecha muy grande entre los escolares provenientes de los sectores más acomodados, con mayor capital económico y cultural, respecto de los escolares que están en un sector más pobre de la población, con menos recursos económicos y también con menos recursos simbólicos y culturales que son las cosas que miden las pruebas estandarizadas”.
Agregó que “eso es una mala noticia porque hay un retroceso, pero este retroceso conserva la brecha entre los niveles de resultados en los sectores respecto de los que tienen menos recursos. Habría que ver cuánto de ese retroceso se explica por la pandemia y la ausencia de los estudiantes en la escuela”.
La rectora explicó que lo que mide en Simce en segundo medio, no es la materia de ese nivel, sino “hasta segundo medio, es decir cuáles son las habilidades que un escolar ha ido desarrollando en el transcurso de su trayectoria escolar, por tanto, un estudiante de segundo año tiene 10 años de presencia permanente en la escuela”, que es lo que se mide en lectura y matemáticas.
Respecto del factor pandemia, la académica señaló que la baja se dio en todos los establecimientos y se podría suponer que responde a la ausencia por efecto de la situación sanitaria. Sin embargo, precisó que en los establecimientos privados fue menos marcado que en los públicos o subvencionados, donde la falta de clases fue más notoria.
En el caso de los privados, “las clases híbridas se mantuvieron de manera persistente porque los estudiantes tienen conexiones en sus casas, porque tenían internet, porque tenían computadores disponibles. A lo mejor la dimensión socioafectiva que acompaña al aprendizaje, es lo que está haciendo falta acá”, puntualizó.
En ese sentido indicó que el aprendizaje no sólo pasa por estar en una sala de clase con un profesor de calidad, sino también el estar con otros en una dimensión social podría influir en adquirir conocimientos.
Los resultados del Simce en matemáticas registraron una baja considerable en ambos niveles educativos, de 10 puntos en 4° básico (250) y de 12 puntos en segundo medio (252). En cuanto a brechas, la caída fue más notoria en las mujeres. Mientras en 4° básico los hombres bajaron 7 puntos, en las mujeres fue de 13. Y en II medio, mientras la disminución en hombres fue de 11 puntos, en mujeres llegó a 14.
Para la rectora, estas cifras revelan una situación histórica de cómo se abordan las matemáticas en el país, incluso se han traído métodos de otros países que han dado resultado, pero hay poco trabajo en la aplicación de éstas para hacerlas más cercanas y menos abstractas y se las pone como “la bestia negra del currículum y el que sabe matemáticas es inteligente y el no, no es inteligente. Eso genera sesgos, prejuicios y un halo de dificultad a una disciplina que no es más difícil que las otras, pero que requiere niveles de entrenamiento, disciplina, repetición que otras no tienen”.
Cuando se trata de las mujeres, la rectora afirmó que aún permanece un discurso que las considera “sensibles, artistas, más humanistas y eso es una falacia. Las mujeres son tan racionales o tan irracionales como un hombre. Entonces los mensajes que les podemos dar a las niñas, de manera inconsciente, subliminal, también afecta al interés que ellas tengan por las ciencias y por las matemáticas. Las matemáticas son un lenguaje más que podemos aprender todas y todos, hay que mirar muy bien eso y creo que en los sectores populares, medios bajos, las niñas, las adolescentes, las mujeres, siguen teniendo más cargas en la vida familiar, en el cuidado de sus hermanos pequeños, que los varones y ahí, hay algo que revisar”.
Por otro lado, la rectora cuestionó las críticas hacia los profesores. Afirmó que después de los padres, principalmente de la madre, el educador más importante es el o la profesora que “necesita del apoyo de la familia y el apoyo social, que significa un reconocimiento a la labor que realizan. He lamentado mucho las opiniones, porque efectivamente los dos años de ausencia golpearon a esta generación. Inmediatamente el comentario fue: los profesores no querían volver a clases. Ellos quieren estar en las escuelas y quieren estar con sus estudiantes, pero necesitan apoyo tanto social, como condiciones laborales dignas, salas, edificios que sean acogedores, para sus estudiantes y para ellos”.
No hay disminución significativa en lectura
En tanto, el académico Xavier Vanni, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, afirmó que si bien los resultados no son positivos, “ no son una sorpresa en el sentido que sabíamos que después de una larga pandemia donde la escuela estuvieron cerradas o no tuvieron clases presenciales durante un largo tiempo y Chile fue uno de los países que tuvo durante más tiempo la escuela sin presencialidad en el mundo”.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, indicó que por ello, esa situación “iba a tener efectos negativos en los aprendizaje de los estudiantes. Pero también uno puede decir que los resultados no son tan catastróficos como algunos auguraban, porque hay de dulce y agraz”.
Vanni indicó que primero hay que ver el vaso medio lleno y “los resultados del logro de aprendizaje de lectura en los niños de educación básica, efectivamente sorprende en el sentido de la capacidad que tuvo el sistema respecto de mantener los logros de aprendizaje y cerrar la brecha por efecto de este cierre prolongado de los establecimientos. Ahí no se observa una disminución significativa de los resultados en cuarto básico en lectura. Creo que es una buena noticia y eso no quiere decir que estemos bien porque teníamos bajos resultados de antes en lectura, pero no hay una caída significativa”.
Al mismo tiempo, el académico afirmó que los resultados en matemática son dramáticos porque se “observa una disminución muy significativa tanto en educación básica como en educación media. Particularmente en educación media es bien dramático el resultado, alrededor del 50 por ciento de los estudiantes no alcanzan ni siquiera un puntaje razonable y suficiente en matemáticas y en lectura y ahí tenemos un desafío”.
Asimismo, agregó que parte de esto tiene que ver con las políticas hacia la enseñanza media durante la pandemia y el plan de reactivación integral del Mineduc, “que ha tenido menos foco en educación media y en matemáticas de lo que ha tenido en lectura. Si uno ve, la lectura tiene campañas comunicacionales y ha sido puesto como una tarea país y en matemáticas menos. También decir que es más difícil para las familias apoyar a los estudiantes en esta asignatura donde se requiere más conocimiento, más habilidades y es más difícil acompañar en la lectura”.
Vanni indicó que en matemática siempre los desafíos son mayores porque los resultados en todas las pruebas, nacionales e internacionales, han sido más débiles que en lectura y esta última, es habilitante para otros conocimientos y “sin esas habilidades básicas en lectura es muy difícil desarrollar habilidades en matemáticas, en ciencias, etc.”.
Olvidarse del Simce
Por su parte, el doctor en educación e investigador del instituto de Investigación y Desarrollo Educacional (IIDE) de la Universidad de Talca, Sebastián Donoso, en su análisis sobre los resultados fue mucho más allá y planteó que es necesario entender que esta prueba “cumplió una etapa” y que llegó el momento de pensar en un Simce de otras características.
A partir de la información conocida el miércoles, el académico indicó que “muestran una situación crítica como país que excede mucho más allá de que un ministro o varios puedan hacer, independientes que hay responsabilidades institucionales y también del gremio docente. Por los tanto, los resultados son una realidad que se podía prever y que no debería sorprendernos”.
Donoso indicó que el tema no pasa por “minimizar o echarle la culpa a los otros”, sino que el tema es mucho más profundo. “Creo que llegamos tarde a las primeras soluciones durante la pandemia, que no fuimos capaces de comprendernos como sistema educativo y escolar en todas sus proyecciones y que llegamos tarde a las soluciones también”, tanto en la pandemia con el gobierno anterior, como en la post pandemia, con la actual administración.
El investigador afirmó que ahora se espera una “tendencia natural a que los resultados vayan mejorando, lo que no significa que vayan a ser muy superiores o de buena calidad”.
Lo que sí, dijo Donoso, “es posible recuperar los aprendizajes perdidos, una buena parte de ellos que se podrían recuperar y mientras más pequeños sean los niños y niñas tenemos más tiempo para alcanzarlos y luego, de todas formas, tenemos que hacer algunas acciones en este plano”.
En esa línea, indicó que es importante tener opiniones colegiadas de las comunidades educativas para avanzar en propuestas operativas. “De ahí tenemos que llegar a lo que hemos aprendido de la pandemia. Primero si los estudiantes no quieren volver a las clases presenciales como eran antes, en la forma y en la cantidad, entonces tenemos que preguntarnos por qué y no sacamos nada con agregar un montón de medidas si no tenemos resuelto, ni sabemos por qué ocurre esto (…) y por tanto es necesario saber qué opinan los estudiantes y las familias”, indicó Donoso.
Agregó que a partir de esto, se deberían plantear cuestiones de corto y largo plazo. ”En las cuestiones de largo plazo, hay que pensar seriamente si tiene sentido seguir con mil y tantas horas de aulas para estudiantes años, cuando en el fondo no se aprovechan. La pandemia nos mostró que podemos generar sistemas de aulas más livianos, con apoyo de buenas plataformas, buenos sistemas de almacenamiento de información y que los estudiantes la puedan consultar”.
Donoso también planteó que se debe definir cuáles son los aprendizajes fundamentales que se quieren recuperar y cuáles son los nuevos que se tienen que incorporar, porque “parece que el gran error es pensar que volvimos de la pandemia y esto fue un paréntesis y no fue un paréntesis, fue una transformación brutal de toda la sociedad”.
Precisó que los estudiantes y las familias buscan otras cosas y hay oportunidades diferentes de aprendizajes, “la escuela dejó de ser el monopolio educativo, los profesores han perdido un liderazgo enorme en la actualización de los contenidos y de fuentes validadoras de contenidos y por tanto, hay enormes tareas que hacer”.
Finalmente, indicó que para generar soluciones y para ello se requieren establecimientos con mucha autonomía y “dejaros de estas cuestiones generales y tenemos una enorme oportunidad y ésta es, olvidarnos del Simce, entender que cumplió una etapa que tenemos un banco de información gigantesco en el país y que llegó en el momento de pensar en un Simce de otras características, bianual, trianual, muestral y dejar de perder el tiempo con pruebas que confirman lo obvio, sea para bien o para mal”.
Críticas a los profesores
Por otro lado, frente a las críticas desde la oposición, el presidente del Colegio de Profesoras y Profesores, Calos Díaz, denunció que actores políticos del gobierno anterior están culpando al gremio docente de los malos resultados en esa prueba estandarizada para evadir su propia responsabilidad política en la crisis educativa que vive el país.
“La operación es ridícula si se considera que el Colegio de Profesores ha sido una voz pionera e insistente en denunciar la crisis educativa que vive el país: llega a ser burdo el intento de poner a la entidad que denuncia y lucha por superar la crisis educativa como la responsable de esa crisis, más aún de parte de personeros que dirigieron el Gobierno y el Estado”, señaló.
El presidente del magisterio afirmó que “pese a todo, insistimos: las profesoras y profesores de Chile estamos día a día en las aulas del país y enfrentamos en primera persona la crisis educativa. Seguiremos denunciando todas las aristas de esta crisis y seguiremos exigiendo soluciones y planteando propuestas”.
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