Chile cumplió medio siglo del Golpe de Estado, un evento que marcó un quiebre democrático sin precedentes en la historia contemporánea del país y América Latina, dejando heridas profundas en la sociedad. Para conmemorar este aniversario, la Fundación Ciudadanía Inteligente (FCI) presentó “Voces de una nueva generación”, proyecto audiovisual que compila entrevistas de jóvenes nacidas/os a partir de la década de 1990, quienes comparten sus reflexiones sobre este oscuro episodio y su visión de la democracia y los derechos humanos a la luz de estos 50 años.
Este proyecto se convierte en una ventana para conocer las perspectivas de una generación que ha crecido en la era democrática, pero que ha forjado sus opiniones a través de la memoria colectiva, historias familiares y documentos de la época.
“Voces” fue posible gracias al diseño de Paulina Vasconcelo, perteneciente al equipo LAB de FCI, quien explicó que se inspiró “en los afiches de la época de los 70 y 80, que utilizaban paletas de colores vivos en contraste a líneas fuertes de color negro”.
“Para el logo utilicé como elemento central la cordillera, a través de una línea simplificada de cortes abruptos, que en horizontal representa una línea de tiempo fracturada e inestable, así como también una línea de audio”, detalló.
Mientras, la música estuvo a cargo del productor y músico, Antonio Del Favero, quien comentó que “el objetivo era generar un puente entre los terribles hechos que se iniciaron el 11 de septiembre de 1973 y la juventud de nuestros tiempos. En ese intento me parecía fundamental recoger la herencia de la Nueva canción chilena y de alguna manera traerla al presente”.
Los y las jóvenes entrevistadas fueron Ignacia Oyarzún (33 años), abogada y presidenta de OTD Chile; Alexis Parada, estudiante de trabajo social (18 años); Thomas Villaseca, estudiante de Ciencia Política UDP (21 años); Amanda San Martín; terapista ocupacional (30 años); y Sebastián Berrios, publicista (31 años).
Desde FCI consideran que “a 50 años del Golpe el diálogo diverso e intergeneracional no puede subestimarse. Estamos convencidos de que es urgente y vital, ya que nos ayudará a superar nuestras diferencias, sanar y avanzar hacia la construcción de un país más inclusivo, diverso y equitativo en base al reconocimiento, justicia y reparación, donde se garanticen los derechos y las libertades de todas y todos sus habitantes y grupos. Hoy, como siempre, debemos abogar firmemente por la justicia, verdad y reparación como pilares fundamentales de una sociedad que respeta a todas las personas, sin excepción”.