Se calcula que en el futuro cercano la población mundial verá unas 24.000 millones de horas de televisión al día, o sea, unas cuatro horas por persona en el mundo.
Culmina nuevamente una elección parlamentaria bajo la camisa de fuerza del sistema binominal. Más allá de algunas pocas “sorpresas” electorales, los resultados nos indican que los partidos de la Concertación y de la Alianza por Chile vuelven a repartirse las bancadas…
La terrible desigualdad que provoca la manera como se produce el espacio en nuestro país está generando una brecha social muy grande y, de seguir profundizándose, puede hacer inviable a nuestra sociedad. Sin duda que el mercado es un buen asignador de recursos, pero dejar exclusivamente a sus leyes la producción del espacio, la descentralización posible, la preservación del medio ambiente, es una simplificación socialmente muy peligrosa e inviable.
En la jerga del estudio del comportamiento económico de los individuos se habla de preferencias declaradas y reveladas. Las primeras se refieren a lo que decimos preferir, en tanto que las segundas se muestran en lo que efectivamente elegimos, no siempre coincidente con lo declarado.
No sólo la mayoría indígena puso a uno de los suyos en la Presidencia, sino que se construyó la fuerza democrática necesaria para emprender una vasta transformación cultural, después de 500 años de dominio imperial y “criollo”.
Habrá quien diga que así ha sido y es la política. Me resisto a creer que seamos tan previsibles, tan simples. Aunque, de vez en cuando, las evidencias puedan insinuar tal cosa. Es lo que está pasando con la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva.
El estado de avance de la construcción del Portal Bicentenario y la final del campeonato de fútbol chileno, a pesar de ser de naturaleza muy diversa, tienen algo en común que se refleja en nuestra ciudad.
Acostumbrado a ver en la televisión la forma en que sobrevaloran a los famosísimos de la farándula, llama la atención que un canal de TV Cable se preocupe de destacar la tarea desinteresada de ciudadanos anónimos.
Para quienes la lealtad comprada es la base de su poder, las personas que realizan acciones sin mediar pago resultan potencialmente peligrosas, muy peligrosas.
Lo ocurrido en Honduras dejó el tufillo de las élites del poder, que arreglan y deciden todo, reservándoles a los ciudadanos de a pie el rol de votantes en una precaria democracia, reducida a una mínima expresión electoral.
En lo que suele ser más cínica la política es en los asuntos de seguridad y armamentismo. Es evidente que los gobiernos del mundo no transparentan las operaciones de inteligencia y espionaje que realizan de forma abierta y encubierta para “prevenirse” de sus potenciales enemigos internos y foráneos.
Dos naciones latinoamericanas tuvieron elecciones el fin de semana pasado. Podría ser una demostración de cómo avanza la democracia en esta parte del mundo. Sin embargo, sólo un caso sirve para argumentar en tal sentido…