Tras el nuevo estallido de violencia en Nagorno-Karabaj, el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pachinian, pidió a las fuerzas de paz rusas desplegadas en el enclave en disputa que actuaran.
En un trabajo anterior, recordando el tema de la libertad sostuve que “para cualquier país que busca su plena soberanía política, para todo aquel que está sujeto a algún tipo de poder hegemónico, los caminos de la independencia suelen estar plagados de sacrificios, luchas, anhelos, sueños y finalmente la posibilidad de hacer efectivo el objetivo […]
La región del Cáucaso Sur ha sido sacudida, sobre todo a partir del derrumbe de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) por conflictos bélicos, donde destaca la ocupación de territorio de Azerbaiyán a manos de Armenia en la guerra entre los años 1988-1994.
Armenia y Azerbaiyán firmaron una tregua, bajo los auspicios de Rusia, para poner fin a semanas de combates encarnizados por el control de Nagorno Karabaj, después de una serie de victorias azerbaiyanas en su lucha por recuperar la disputada región.
Por segundo día consecutivo continúan los combates de las fuerzas armenias y de Azerbaiyán en el sur del Cáucaso. Al menos 39 personas murieron en 24 horas en combates entre separatistas de Nagorno Karabaj, apoyados por Armenia, y las tropas de Azerbaiyán, según balances anunciados este lunes, en medio del temor de que estalle una guerra abierta entre Bakú y Ereván. El conflicto, en el que potencias regionales apoyan a unos y otros, es una herencia del desplome de la URSS.
El Genocidio de Jodyali tuvo la clara intencionalidad de generar terror, como parte de una ofensiva militar que tuvo como objetivo el apoderarse de territorios pertenecientes a Azerbaiyán.
La masacre del 20 de enero de 1990 tiene significados tan diversos y firmes en la memoria del pueblo de Azerbaiyán, que no es posible pensar en él, sólo como un mes trágico, un Enero Negro, sino también, necesariamente, como el inicio de una nueva fase, de un futuro más esperanzador, una etapa de restauración de la soberanía de un país que ha vivido cruentas etapas de búsqueda de libertad y de defensa de los derechos de su población.
Conseguir la paz definitiva en el Cáucaso Sur, que trae aparejado la indiscutible y definitiva devolución de los territorios ocupados de Nagorno Karabaj a la soberanía azerí, es un objetivo fundamental. No sólo para el equilibrio, el desarrollo y un futuro más auspicioso de toda esa zona, sino también para los anhelos de paz de toda la región de Oriente Medio y Asia Central.
El conflicto del enclave de Nagorno Karabaj o Alto Karabaj, constituye uno de los últimos resabios de disputas del otrora espacio postsoviético. Una región montañosa situada en el Cáucaso Sur, que enfrenta a Azeríes de origen turco contra armenios de origen indoeuropeo. Y donde potencias regionales como Irán, Turquía y Rusia juegan un papel de primer orden.
El petróleo es fuente de mucho dolor en el mundo. En cada lugar del planeta en donde se extrae petróleo, la población sufre todo tipo de daños, desde golpes de Estado y dictaduras, hasta contaminación, desplazamiento y muerte. Los oleoductos tienen fugas, las refinerías pueden explotar, los buques petroleros se averían y en las plataformas […]