El presidente argentino está decidido a desmontar la regulación aprobada durante el gobierno de Cristina Fernández, que impedía la concentración. Invoca la libertad de prensa, la misma que ha servido para dejar a los medios en pocas manos y para que éstos, bajo la apariencia del bien común, promuevan en el continente los intereses empresariales.
Con llamados a la unidad y sin la presencia de Cristina Fernández, Mauricio Macri juró como nuevo presidente de Argentina. El ahora mandatario estableció como metas de su administración, la recuperación económica, el combate contra la corrupción y la creación de un sistema judicial independiente.
Se observa así una capacidad de la administración entrante muy limitada para reconstruir rápidamente las reservas trasandinas, mientras se van quitando los controles de capital, lo que sugiere el riesgo de una creciente alza del dólar, debido a que, además, se estima poco probable que en el corto plazo aparezca financiación externa de instituciones multilaterales que pudieran estar interesadas en sostener el gobierno liberal de Macri
Hace algunas semanas, cuando el liderazgo de Cristina Fernández ordenaba la política en Argentina, todos querían parecerse a ella. Daniel Scioli decía ser su sucesión y Mauricio Macri apoyaba políticas incompatibles con el dirigente neoliberal que es. Ahora, luego del cataclismo de la segunda vuelta, los dos contendores se han reinventado según la victoria con sabor a derrota de Scioli, al revés de lo que le sucedió a Macri.
Aunque el candidato oficialista salió victorioso, la estrecha diferencia con el opositor hizo que el resultado se viviera como una derrota. Sigue teniendo la primera opción, aunque en un escenario incierto.
Candidato a las elecciones presidenciales de octubre, el poderoso gobernador de Buenos Aires alcanza el 38,1 por ciento por el Frente para la Victoria (FPV). Con este resultado se afianza como favorito para suceder a la presidenta Cristina Kirhner en la presidencial de octubre.
Hija de un terrateniente blanco y una mestiza, quien junto a su marido, Manuel Padilla, también un héroe, participaron vivamente en la llamada Revolución de Chuquisaca a partir de 1809, cuando se unieron a los ejércitos populares. La historia de esta madre de cinco hijos pero, sobre todo, luchadora, adquiere matices heroicos por su arrojo y convicción.
Los conglomerados periodísticos de América Latina, ligados a grandes grupos económicos, han mostrado una activa crítica hacia los gobiernos validados en las urnas en Brasil, Venezuela y Argentina. Su involucramiento en política contingente es total, afirman los expertos.
A través de las redes sociales, la mandataria cuestionó el rol del Partido Judicial, a quien acusó de suplantar el rol del partido militar, bloqueando el accionar de los gobiernos populares.
Bajo una copiosa lluvia, fiscales, dirigentes políticos opositores al Gobierno de Cristina Fernández y la familia de Alberto Nisman, encabezaron la llamada “Marcha del Silencio”, cuyo objetivo público fue hacerle un homenaje al fallecido fiscal que investigó el atentado a la mutual judía AMIA, que después de 11 años aún no logra esclarecer los hechos y encontrar a los responsables. Según expresaron analistas y representantes de organizaciones sociales, esta marcha, representaría una medida de fuerza de la oposición más conservadora en Argentina, en el marco de un año electoral, por lo que decidieron desmarcarse de ella.
Un presunto encubrimiento a terroristas iraníes sería la causa de esta acusación en contra la máxima mandataria Argentina.
En su cuenta de Twitter, Cristina Fernández puso en duda la tesis del suicidio del fiscal Nisman. La Presidenta aseguró que no tiene pruebas, pero tampoco dudas. Esto en medio de la investigación por la muerte del persecutor que la habría inculpado de desviar la investigación del atentado a la AMIA ocurrido en 1994.