Según la Confederación General del Trabajo (CGT) 2.3 millones de trabajadores se movilizaron en Francia, 550 mil de ellos en Paris. El Ministerio del Interior copó las calles con 12 mil policías en todo el país, 5 mil tan sólo en la ciudad luz.
La alocución televisiva del presidente en la que defendió su “necesaria” reforma del sistema de pensiones fue acompañada a través de Francia por conciertos de cacerolas y cuestionamientos de sindicatos y dirigentes opositores.
Después que hace una semana la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, firmara la orden de extradición de Julian Assange para entregarlo a manos de los EE.UU., la situación cambió drásticamente para el vapuleado periodista australiano.
El dirigente aspira este domingo a conseguir en la segunda vuelta de las elecciones legislativas una mayoría que le permita ser gobierno.
“Francia Insumisa”, encabezada por el líder de la izquierda Jean Luc Mélenchon, logró un inédito acuerdo con el PS galo para levantar un frente común junto a comunistas y ecologistas contra las políticas europeístas de Emmanuel Macron.
El mandatario galo que busca la reelección esperaba superar a la candidata derechista con holgura en la votación que se registrará este domingo. Pero los pronósticos hablan de una diferencia de sólo 3% con una alta abstención de los electores.
La gran nación de la libertad, la igualdad y la fraternidad vive días de desasosiego, en medio de un panorama político revuelto y que, según las encuestas, tiende a una clara derechización del electorado francés. El último de estos sondeos, realizado por Ifop para Le Journal du Dimanche y Sud-Radio y publicado el pasado domingo, sitúa a Macron a la cabeza de las preferencias con un 25% de los votos, seguido de Marine Le Pen (en torno al 19%) y de Eric Zemmour, que obtendría entre el 14 y el 15% de los votos.