En marzo la capital retoma su ritmo habitual con aquellos puntos críticos de congestión alimentados por un parque automotriz que supera el millón 600 mil vehículos. A ocho años de la implementación del Transantiago, persiste la mala frecuencia y lentitud de los buses. En ese contexto, el Metro se transformó en la columna vertebral del servicio. Lo que fue un tren “boutique” de baja funcionalidad, que atendía a un millón 200 mil usuarios diarios, dio paso un sistema “estresado” que dobló el flujo de pasajeros.
Esto declaró Claudio Orrego al referirse al posible cierre del lugar a 15 días de su inauguración. En tanto la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, señaló que no se tocará la inversión realizada con la intervención de Metro.
Es más, el mejor tren metropolitano es el que forma parte de un sistema eficiente y sustentable de transporte público, en el que, tanto en la planificación de corto y largo plazo como en una situación de emergencia, las decisiones se toman de manera cohesionada y con criterio de bienestar público y calidad de servicio (y no de rentabilidad privada). Y esto sólo lo puede hacer -para horror de los tecnócratas neoliberales- el Estado.
Mientras diputados del oficialismo y la oposición inculpaban al gobierno contrario por las fallas del sistema de transporte capitalino, el ministro Andrés Gómez-Lobo entregó un duro reporte que revela la crisis por la atraviesa el Metro. Finalmente se aprobaron acuerdos para mejorar el sistema y se comprometió “hoja de ruta”.
El dirigente insiste en que los errores en el manteniento son previos a la administración de Piñera y que el principal problema es que los privados participan del sistema de transportes, situación que genera lucro y no apunta a satisfacer el derecho de movilidad de los ciudadanos.
Esta mañana el Ejecutivo respaldó la gestión del ministro Gómez-Lobo, pese a ello sectores de la Nueva Mayoría confirmaron que lo citarán al Congreso para que explique los problemas en Metro. Además, la UDI estudia una posible interpelación y la opción de no aprobar el presupuesto de Transporte producto de las fallas en el transporte subterráneo.
Desde la empresa ya entregaron un informe detallado que explica las causas y soluciones al evento del pasado viernes. En la oportunidad, su nuevo presidente dijo que se trataba de un error técnico y no humano, pero que evaluarán posibles equivocaciones en el traspaso de conocimientos a los funcionarios que ahora se encargan del mantenimiento de la red.
Alrededor de las 07:20 horas los pasajeros que se trasladaban por la Línea 4 en dirección hacia Vicente de Valdés comenzaron a dar cuenta una aparente falla eléctrica entre las estaciones Rojas Magallanes y Macul.
La falla eléctrica que dejó a las líneas 1, 2 y 5 con problemas durante toda la mañana de este viernes provocó que alrededor 500 mil personas no se pudieran trasladar con facilidad a sus trabajos. La situación terminó con la salida de Aldo González de la presidencia de la entidad, decisión tomada por la propia Presidenta Bachelet.
Luego de reunirse con la Presidenta, Aldo González indicó que trabajan para solucionar el problema. Además, informó que la Mandataria les solicitó un detallado informe de la falla y les pidió tomar las precauciones necesarias para evitar que se repitan estas situaciones.
Una falla eléctrica en la estación La Moneda provocó el cierre de las líneas 1, 2 y 5 del Metro, por lo que los usuarios debieron ser evacuados. El gerente general de Metro, Rubén Alvarado, informó que las 22 estaciones que permanecen cerradas por el desperfecto no estarán disponibles para la hora punta de la tarde por lo cual será reforzado el servicio de buses.
Esta mañana la Mandataria anunció un plan de inversión en infraestructura de transporte a nivel país. Para la Región Metropolitana la instancia alcanza a la expansión del Metro.
Los trabajadores acusan desalojo por parte de Carabineros de lugares donde se realizaban las obras.