La falta de vacunas en todo el mundo está provocando una ralentización en las campañas de vacunación. En Europa crece el descontento por el retraso anunciado en las entregas de las dosis de AstraZeneca y Pfizer. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha pedido transparencia a las farmacéuticas.
Aunque el nivel de transmisión es menos intenso, ha alcanzado una zona geográfica mayor y países que pudieron sortear la primera ola con relativo éxito, hoy se encuentran seriamente afectados como es el caso de Portugal y los ubicados en Europa del Este.
El doctor David Navarro, encargado de la Organización Mundial de la Salud para el coronavirus en Europa, aclaró que el confinamiento no debe ser la principal herramienta de control del COVID-19, especialmente por los graves efectos que tiene sobre la población más vulnerable.
De acuerdo a los representantes de la entidad, es probable que la humanidad tenga que aprender a convivir para siempre con esta enfermedad.
El director de la entidad hizo un llamado a cuidarse de la “autocomplacencia” para evitar rebrotes en aquellas zonas que se van liberando de lo peor de la crisis.
El presidente brasileño acusó a la Organización Mundial de la Salud de actuar con “sesgo ideológico” y amenazó con retirar a su país tal como hizo Estados Unidos.
Evitando referirse a las protestas sociales por el asesinato de George Floyd, el mandatario estadounidense acusó al organismo de no compartir información oportuna sobre el coronavirus.
En total, en América Latina, han fallecido más de 37 mil personas y se han registrado 675 mil contagios de la COVID-19.
La entidad dependiente de Naciones Unidas realizó esta advertencia en medio de la carrera mundial por encontrar una vacuna contra el nuevo coronavirus.
“A la fecha, ningún estudio ha evaluado si la presencia de anticuerpos confiere inmunidad frente a una futura infección por este virus en los seres humanos”, señaló la Organización Mundial de la Salud en un comunicado.
En concreto, el mandatario norteamericano priva a la OMS de aproximadamente 400 millones de dólares, la mayor contribución que un país aporta a la entidad. Las críticas son tan masivas como fundamentadas.
Donald Trump cumplió con su advertencia de suspender la entrega de soporte económico a la entidad dependiente de Naciones Unidas.