Diversos puntos de la isla de Chiloé fueron tomados por pescadores artesanales de la zona, quienes mantienen una protesta indefinida por la crisis que obligó a la presidenta Michelle Bachelet a decretar zona de catástrofe en 11 comunas. Los pescadores exigen una bonificación digna, y autoridades locales emplazaron a los ministros a que visiten la zona y destinen mayores recursos para solucionar el conflicto.
La industria salmonera rescatada de un seria crisis financiera durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, luego de sufrir el impacto del virus ISA, salta nuevamente a la palestra a partir de la solicitud que hizo la organización de conservación marina Oceana para transparentar la cantidad de antibióticos que utilizan las empresas en los peces, recibiendo la negativa del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
El Consejo de Defensa de la Pesca (Condepp) arremetió contra el subsecretario del ramo, Raúl Súnico, y manifestó su molestia por la resolución donde autoriza un programa de investigación de descarte para pesquería de la merluza del sur, de tres aletas y congrio dorado en el sur, echando por tierra el resguardo de las 5 millas en la zona.
La Subsecretaría de Pesca advirtió que casi la mitad de las especies están en situación crítica y que Chile está bajo un escenario de sobreexplotación. Especialistas y pescadores artesanales hicieron un llamado a revisar las políticas y la institucionalidad a cargo de esta materia para evitar el agotamiento de recursos.
El Gobierno ratificó que realizará una completa revisión y evaluación de los alcances de la Ley de Pesca, impulsada por el ex ministro de Economía, Pablo Longueira. El subsecretario de pesca, Raúl Súnico, corroboró la información luego de reunirse con el Consejo Nacional de Defensa del Patrimonio Pesquero (CONDEPP) con quienes fijaron una agenda de trabajo.
Ante un nuevo brote del virus ISA en Chiloé, Sernapesca determinó una Zona de Protección y Alta Vigilancia de cinco millas, en la cual se realizarán muestreos cada 15 días. Si bien se descarta una situación de crisis como la experimentada en 2007, las medidas de mitigación son calificadas como “insuficientes” por trabajadores y expertos.
El Gobierno reinició la entrega de concesiones para la instalación de criaderos de salmones en la región de Magallanes, luego de tres años de suspensión a raíz de la plaga de la Anemia Infecciosa del Salmón, conocida también como virus ISA. La decisión, implementada sin difusión por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Senapesca), fue rechazada por sindicatos y organizaciones ambientales.
La sustancia prohibida en Estados Unidos es conocida como “cristal violeta”, un compuesto usado tradicionalmente en la industrial textil para teñir en tonalidades del color púrpura y también para dar tonos de violeta oscuro, y que en el caso de la industria chilena del salmón se utilizaría, en combinación con otros compuestos, para dar el color que caracteriza al salmón que se vende en el país.
El investigador a cargo del estudio publicado por la Fundación Parque Pumalín evidenció que la industria acuícola de Chile pone a la venta filetes de salmón con enfermedades como el Síndrome Rickettsial, con el llamado “piojo del salmón” y con dosis de antibióticos que superan en 36 mil veces el estándar internacional.
Preocupación existe en el sector salmonero, luego que se detectará un brote de virus ISA en la región de Aysén, hecho que no ocurría desde el año 2010. Si bien se han tomado las medidas de control necesarias, expertos llaman a acostumbrarse a este tipo de eventos, debido a que el virus siempre estará presente.