En las elecciones del 17 de noviembre, por primera vez desde el fin de la dictadura militar, el número de votantes, bajó de los 7 millones. Por lo mismo, en la dirigencia de la Nueva Mayoría y de la Alianza existe gran preocupación de que en la segunda vuelta se supere este récord de la era postdictatorial.
El riesgo que muchos ven es que quien resulte electa no cuente con la legitimidad correspondiente a tan alta investidura.
Dicha tesis fue desmentida en el programa Estado Nacional de TVN por el presidente del PS y coordinador de la Nueva Mayoría, Osvaldo Andrade.
En este sentido, el diputado socialista afirmó que “quien gane la elección va a tener la legitimidad de haber sido electo por la gente que fue a votar y eso para mí es suficiente. Yo no sé si en un mes más alguien se va a preocupar de aquellos parlamentarios que fueron elegidos, por ejemplo, en doblaje con porcentajes muy bajos. En el Parlamento valemos todos lo mismo, todos los votos sirven igual en consecuencia pareciera ser que estas discusiones son un tanto inoficiosas”.
Andrade reiteró su cuestionamiento al voto voluntario y también acusó al Gobierno de no hacer lo suficiente para facilitar la participación ciudadana.
Entre tanto, la candidata presidencial de su sector, Michelle Bachelet, en actividades de campaña, insistió en llamar a la participación. “Hay muchas cosas que hay que mejorar, que hay que cambiar, porque cuando decimos que no da lo mismo quien gobierne nos estamos refiriendo a cosas muy concretas que atienden a los problemas importantes y urgentes de las personas. Nos estamos refiriendo a mayor protección social, a más y mejor salud, a una política que esté al servicio de las personas. Por eso hay que ir a votar y además hay que llevar a los amigos, a los familiares”, expresó.
En la otra vereda, también existe mucha preocupación y los llamados a participar se han enfocado en captar votos de gente que en primera vuelta adhirió a otras candidaturas.
Así lo explicitó Felipe Kast, uno de los coordinadores de la campaña de Evelyn Matthei: “si es que la mitad de los chilenos desconfía de la política, se quedó en su casa, tenemos que ir a buscarlos, tenemos que escucharlos, estamos también muy agradecidos de distintas muestras de apoyo que se han venido sumando esta semana, particularmente diputados de Franco Parisi, hemos trabajado también con algunos distintas personas que han ido adhiriendo con otras candidaturas, hemos recogido una serie de medidas también de propuestas de políticas públicas que estaban en la sensibilidad de los otros candidatos, porque estamos convencidos que el 15 de diciembre vamos a poder celebrar con fuerza”.
Rodrigo Delgado, coordinador general del comando oficialista, se mostró muy optimista de cumplir dicho objetivo.
Respecto de la campaña para la segunda vuelta, el también alcalde de Estación Central explicó que “esta campaña 1+1 = 7 ha generado bastante ruido lo cual me alegra profundamente, veo a gente que está muy enojada con esta campaña lo cual me alegra profundamente porque quiere decir que está penetrando y que va por el camino correcto”.
Ambas candidaturas optaron por priorizar en su mensaje de la franja presidencial el llamado a votar. Desde el comando de Michelle Bachelet, aseguran que la participación es un apoyo a los cambios que anuncian en su programa, mientras desde el de Evelyn Matthei creen que es la única forma de estrechar la importante diferencia electoral de la primera vuelta, logrando recuperar el piso que obtuvieron en la votación parlamentaria, cercano al 36 por ciento.