Críticas a Mineduc por cambios en asignación de aranceles de referencia

El Gobierno insistió en ingresar los indicadores de resultados ocupacionales como un nuevo criterio para el cálculo total de la asignación para los aranceles de referencia. Según dirigentes del movimiento estudiantil y académicos la idea refuerza el criterio economicista en el financiamiento de la educación superior.

El Gobierno insistió en ingresar los indicadores de resultados ocupacionales como un nuevo criterio para el cálculo total de la asignación para los aranceles de referencia. Según dirigentes del movimiento estudiantil y académicos la idea refuerza el criterio economicista en el financiamiento de la educación superior.

El ministerio de Educación hizo llegar al Consejo de Rectores (Cruch) una nueva propuesta de modificación del sistema de cálculo del arancel referencial, es decir, la fórmula que se usa para asignar un valor a las distintas carreras universitarias.

En el 2012 ya se rechazó una idea en esta línea, durante la gestión del ex ministro Harald Beyer. Ahora el Mineduc, que dirige Carolina Schmidt, informó que a partir del próximo año un nuevo criterio ocupará un 5% de la ponderación total de la asignación; y llegaría a un 33,3% al año 2017.

El nuevo indicador se refiere a las tasas de empleabilidad y el promedio de ingreso de los egresados.

Para la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Melissa Sepúlveda, el nuevo criterio busca mercantilizar más aún la educación y la hace más regresiva: “Es una medida de corto plazo, a mediano y largo plazo vemos una precarización mayor de universidades estatales, más aún las de regiones. Hay un cambio de criterio para asignar beneficios estudiantiles, donde se favorece los criterios de mercado laboral, por sobre la experiencia académica, la investigación o la extensión que realizan las casas de estudio”.

Esto porque, el nuevo criterio deberá hacerse espacio en la ponderación total, quitando importancia a otros criterios, como la formación (posgrados) del cuerpo académico, el número de proyectos Fondecyt y Fondef, número de publicaciones científicas, tasa de titulación y tasa de retención en primer año.

La presidenta de la FECH reiteró que el movimiento estudiantil ha sido claro en la necesidad de avanzar hacia la gratuidad total.

Considerando esto, recomendó un mecanismo de financiamiento directo a las casas de estudio, fortaleciendo “proyectos públicos al servicio de las mayorías”.

Por su parte, Roxana Pey, investigadora del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA) y directora de posgrado del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de nuestra casa de estudios calificó la modificación como una noticia “muy poco feliz”.

Además de lamentar la manera inconsulta en que se promovió el cambio en la ponderación (ni siquiera con el Consejo de Rectores) la académica aseguró que la medida generará “carreras de segunda categoría”: “El resultado instala el concepto de carreras de segunda clase, es una especie de anticipo de anuncio de pobres ilustrados. Será pobre porque ganará poco, entonces no lo apoyaremos, esta carrera no le interesa a la sociedad, es el recado que se estaría dando. Es distorsionador, una intromisión económica a la autonomía de las universidades”.

Además, Roxana Pey, manifestó que los lineamientos de la gestión iniciada con Harald Beyer insisten en polémico sistema de vouchers, o cupones de financiamiento.

“El financiamiento por vouchers es nefasto, es la base del CAE, pero también es la base de precarización de instituciones. Es insistir que en el plano de educación superior el mercado puede regular, pero sabemos que no regula calidad, los estudiantes no pueden ejercer libertad de elección, es falso, ellos terminan en lo que pueden, y terminan engañados”.

Desde el Consejo de Rectores han señalado en ocasiones anteriores que muchas universidades van a dejar de ofrecer programas con bajas tasas de empleabilidad, como son pedagogías o carreras artísticas.





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