Los valores de las gasolinas alcanzarán en febrero un nuevo máximo histórico, debido a dos alzas significativas. Se proyecta que este jueves se produzca un aumento de 15 pesos por litro y que la próxima semana se alcance un incremento similar.
Así, el precio del combustible sumaría cuatro semanas consecutivas al alza y acumularía un incremento entre 50 y 60 pesos por litro solo en febrero. En el año, la variación sería entre 80 y 90 pesos.
De esta manera, en la región Metropolitana la bencina de 93 octanos, que representa el 52 por ciento de la demanda total, sobrepasará la barrera de los 800 pesos; la de 95 alcanzaría unos 830 pesos; y la de 97 llegaría a 860 pesos, en promedio.
En el sur del país, sin embargo, la situación es peor. En Chiloé, por ejemplo, el valor de la bencina fluctúa actualmente entre 838 y 876 pesos por litro, mientras que en Aysén los precios varían entre 831 y 889 pesos, según el octanaje.
De acuerdo a los especialistas, el alza responde al incremento sostenido que ha experimentado el combustible en Estados Unidos, que es el mercado de referencia para Chile, lo que se ha acentuado con las recientes tormentas de nieve registradas en Norteamérica, que han disparado la demanda. El alza repercute con dos semanas de rezago en el mercado nacional.
A pesar del negativo escenario, a menos que se le realizara una cuarta modificación legal, el Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles (Sipco) no entrará en funcionamiento. Esto, porque el mecanismo entra en funcionamiento cuando el alza del petróleo supera en un diez por ciento el precio de referencia fijado por el ministerio de Economía, lo que todavía no ha ocurrido.
El economista Hernán Frigolett explicó que “el Sipco está hecho para que el techo esté siempre, más o menos, un diez por ciento sobre el valor de referencia. Con un precio que está entre 740 y 750 pesos, para que lleguemos a la operación del Sipco tendríamos que tener alzas del orden de 75 pesos por litro acumuladas en un muy breve plazo. Después de tres semanas consecutivas de alzas nos estamos acercando al umbral en el cual comienza a funcionar el Sipco, pero el bolsillo de los chilenos tiene que absorber 75 pesos de alza para que recién empiece a operar”.
El especialista agregó que incluso si el mecanismo entrara en funcionamiento, “va a operar por un tiempo limitado, porque el valor promedio sobre el cual se fija este diez por ciento adicional también va evolucionando en el tiempo”.
Visiones contrapuestas en el Parlamento
La situación llevó a parlamentarios de la UDI a pedir una reunión con el ministerio de Hacienda con el fin de buscar una solución de corto plazo. El diputado Ernesto Silva señaló que se deben revisar los parámetros y estudiar avances en el Seguro de Protección ante Variaciones de los Precios de los Combustibles (Sepco), que hasta ahora no ha entrado en vigencia: “Lo que estamos pidiendo al Gobierno es que evalúe y actúe lo más rápido posible con el mecanismo que existe, que es el Sipco. Revisar tanto los parámetros que influyen en la determinación del precio de referencia como tomar medidas para avanzar en temas de más largo plazo, como el sistema de seguros Sepco”, señaló.
“El Sipco es un sistema de suavización de los precios, no es un subsidio permanente y, desde ese punto de vista, esperamos que se pueda aplicar el mecanismo existente, como ya se ha hecho en otras oportunidades. Yo creo que va a ser necesario, dada la magnitud de las alzas que hemos visto en las últimas tres semanas”, añadió.
Sin embargo, desde la oposición existen otros planteamientos. El diputado socialista Carlos Montes dijo que cuando se reformó el Sipco también se advirtió al Gobierno lo difícil que sería encontrar opciones en el mercado de seguros para enfrentar las alzas del petróleo y que el segundo mecanismo está estancado.
Por el contrario, sostuvo que se debe rediseñar el impuesto específico al combustible pero sin eliminarlo, ya que no se han planteado otras formas de obtener los dos mil millones de dólares que aporta el Estado: “Los que pagan este impuesto hoy son solo los que andan en vehículo y en transporte público. Lo que se propone es extenderlo a todos quienes consumen combustible: los aviones –que usan un combustible muy refinado-, las industrias, la minería, distintas actividades que consumen bencina y petróleo y no pagan. Hacerlo generalizado y, a partir de eso, disminuir la carga que tienen todos, manteniendo los dos mil millones de dólares globales. Esto permitirá un subsidio mucho más focalizado en el transporte público para evitar que el precio de éste aumente, porque afecta a toda la población”, indicó.
Carlos Montes lamentó además que el Gobierno no se haya abierto a reformar el mecanismo de tributación, lo que ha sido propuesto en varias ocasiones desde el Parlamento.
Gobierno está “monitoreando”
Las sucesivas alzas en los combustibles llevaron este martes al vocero (s) de Gobierno, Mauricio Lob, a asegurar que “el ministerio de Hacienda está monitoreando esta situación con mucha atención”.
El personero recordó que el Sipco “ha operado en otras ocasiones” y sostuvo que “dependiendo de la evolución que los precios tengan, podrá entrar a operar en función de los antecedentes que surjan en el camino”.
Asimismo, Lob recalcó que las alzas se vinculan con los vaivenes del mercado internacional: “Chile importa casi la totalidad de sus combustibles y, por tanto, el precio de éstos depende de la evolución que los combustibles tengan a nivel internacional. Se está viendo el alza que ha tenido fundamentalmente en Estados Unidos y eso ha repercutido lamentablemente en el precio de los combustibles en Chile”, dijo.