Este jueves los alumnos de la Universidad Santo Tomás votaron si realizan o no un paro general, frente a una serie de demandas específicas que apuntan a mejorar las condiciones del servicio educacional privado que reciben.

La movilización la inició la carrera de Enfermería, y le siguieron Nutrición, Trabajo Social e Educación Diferencial Inglés y luego creció hasta convertirse en esta posible paralización total, la que podría definirse hoy, ya que aún sigue el conteo de los votos.

Las demandas datan de un petitorio incumplido del año 2012 y tienen que ver con un criterio economicista que impera en su gestión.

En este sentido,  el Coordinador General de la Federación de Estudiantes, Ronny León, explicó que “Nosotros estamos reclamando por el alza de aranceles. La universidad utiliza bastante dinero, sin embargo. No hay una reinversión en infraestructura, investigación, material de biblioteca, la sede es bastante pequeña, hay problemas con las sillas, a veces los profesores tenían que terminar antes sus clases porque hay descoordinaciones en la entrega de las aulas”.

El dirigente añadió que también hay problemas con las sedes, temas burocráticos como el cobre de siete mil pesos para pedir documentos o presentar solicitudes. Todas estas cosas, afirma, “son temáticas transversales de las universidades privadas”.

El joven recordó que la universidad está siendo acusada de Lucro en el marco de la investigación de desarrolla en el llamado “caso CNA” y en medio de un debate nacional por exigir que la Educación que se entrega sea de calidad, sea la institución pública o privada.

Desde la casa de estudios afirmaron que las comunicaciones con los alumnos se realizaran sólo de forma interna, no a través de la prensa, y añadieron que están todos los canales para el diálogo abiertos para poder resolver las dificultades.