En distintos lugares del mundo se conmemoró con actividades el Día Internacional del Trabajador, este año con una especial atención a la situación laboral en algunos lugares de Europa y otros, especialmente afectados por la crisis económica.
En España, donde el desempleo alcanza un 27%, los gremios organizaron más de 80 movilizaciones en todo el país, motivados por las cifras de previsión que tampoco avizoran buenas nuevas para este año.
En efecto, la prensa a nivel internacional ha subrayado los efectos de la crisis en los grandes mercados laborales mundiales, principalmente afectados por el debilitamiento de la demanda y los planes de austeridad, duramente criticados en las economías de bienestar.
La situación se mostró particularmente radicalizada en Atenas, Grecia; donde se recibió el Primero de Mayo en una huelga general impulsada por los trabajadores del transporte público y los principales sindicatos del país.
Grecia le sigue a España con la mayor tasa de desempleo superando ya el 24% de desocupación, a lo que se suman miles de despidos en el sector público y que el salario mínimo sigue recortándose y con el nuevo plan de ajuste se situará en 490 euros.
En el marco de masivas marchas en los países mencionados, y también en otros como Rusia y Francia, el Papa Francisco, en el Vaticano dijo que “si no todos tienen la posibilidad de trabajar, la sociedad no es justa”.
“No dejo de pensar en las dificultades que tienen no pocos países en el ámbito laboral. Pido a todos que, en la medida de sus responsabilidades, se esfuercen por crear puestos de trabajo y dar esperanza a los trabajadores”, llamó Fancisco.
En América Latina, la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, saludó a los trabajadores y desempleados de países “que hoy atraviesan horas difíciles”, mientras que en Bogotá, Colombia, se vieron desórdenes y enfrentamientos.
En Venezuela se registraron dos manifestaciones, donde se encontraron oficialismo y oposición en medio de las promesas de Nicolás Maduro, quien al autoproclamarse como “primer presidente obrero de la Nación”, por su pasado como sindicalista, comprometió un incremento del salario mínimo de hasta 45% en tres tramos durante 2013.
En Bolivia el Presidente Evo Morales ajustó en un 20% su salario como Jefe de Estado y adoptó medidas de beneficio para empleados y rentistas; mientras que en Cuba, durante el acto encabezado por el Mandatario Raúl Castro se recordó la figura de Hugo Chávez.
En otras latitudes destacó la reaparición del presidente sirio Bashar al Assad, que se hizo presente con motivo del Día Internacional de los Trabajadores en una planta eléctrica en Damasco, ciudad en la que estallaron por otra parte varios artefactos explosivos.