El año 2006 Codelco le aportó al país US$ 9.215 millones y el precio del cobre era de US$ 3 la libra. El año 2012 el precio subió a US$ 3,66 la libra, un aumento del 22%, por lo que uno podría pensar que los aportes de Codelco aumentaron consecuentemente, superando los US$ 10 mil millones. Lejos de eso, los aportes reales de Codelco bajaron a US$ 2.483 millones, menos de la cuarta parte de lo esperado si comparamos con los resultados del 2006 o del 2007. En cifras absolutas, casi US$ 7 mil millones menos. ¡Equivalente a dos años de educación gratuita! ¿Cómo se explica una caída tan espectacular de los resultados de Codelco? Debo precisar que todas estas cifras están tomadas de las Memorias de Codelco en www.svs.cl. Se podría pensar que una caída tan espectacular de los resultados se explica por un aumento aún más espectacular de los costos de producción. Efectivamente, los costos aumentaron significativamente, pasando de US$ 7.592 millones el año 2006 a 10.852 millones el año 2012, un incremento de US$ 3.260 millones. Pero eso explica solo el 45% de la caída de los resultados en US$ 7 mil millones. Si no son los costos, la explicación no puede sino venir de las ventas.
Así es, efectivamente. Los ingresos por ventas del año 2012 fueron de sólo US$ 15.860 millones, contra US$ 17.077 millones el año 2006. Aún cuando el precio del cobre fue superior en 22%, dos veces superiores para el oro y la plata, y tres veces para el ácido sulfúrico. Sólo el precio del molibdeno fue inferior al año 2006. Si consideramos los aumentos de la producción y del precio del cobre y subproductos, los ingresos por ventas de Codelco, para el año 2012, debieron superar los US$ 20 mil millones. Sin embargo Codelco declaró solo US$ 15.860. Faltan más de US$ 4 mil millones. ¿Cómo desaparecieron? ¿Dónde están? Eso no es todo: el año 2011, con un precio promedio del cobre a US$ 4 la libra, las ventas fueron de US$ 17.515, siendo que debieron superar los US$ 21 mil millones. El año 2010 las ventas fueron solo de US$ 16.066 con un precio de US$ 3,42 la libra. Considerando la producción y el precio de venta del cobre y subproductos, en los años 2010, 2011 y 2012 Codelco dejó de percibir sobre los US$ 12 mil millones de ingresos por venta. ¿Por qué? No cabe otra explicación que Codelco está vendiendo el cobre, el oro y la plata, a precios muy inferiores a los del mercado? En otras palabras, alguien estafa a Codelco, vendiendo sus productos a precio de huevo. ¿A quién? ¿Quiénes son los beneficiarios de esta liquidación de precios?
Al no tener la posibilidad de conocer los contratos de venta es difícil conocer esos beneficiarios, pero es factible deducir cuales son las empresas beneficiadas con estos remates. Casi todos los actuales ejecutivos de Codelco, desde abril 2010, vienen de transnacionales mineras que siempre persiguieron la privatización de Codelco y Enami. Por más de diez años, Diego Hernández, ex Presidente Ejecutivo, fue Presidente de Minera Collahuasi y de Minera Mantos Blancos, ambas filiales de Anglo American. Thomas Keller, Vicepresidente de Administración y Finanzas y actual Presidente Ejecutivo, fue Presidente Ejecutivo de Minera Collahuasi. Rodrigo Toro, Vicepresidente de Comercialización, fue Vicepresidente Comercial de Collahuasi y después de Anglo American Chile. El Jefe de Asuntos Jurídicos, Patricio Enei, fue ejecutivo de BHP Billiton y Collahuasi. Otros gerentes, ubicados en puestos más bajos del organigrama de Codelco, vienen de Anglo American o sus filiales. Pero no solo de Anglo American, sino también de otras transnacionales. Sergio Fuentes, Vicepresidente de Proyectos, viene de BHP Billiton y Escondida. Jorge Gómez, Vicepresidente de Operaciones Centro Sur, viene de Antofagasta PLC y Los Pelambres. Sebastián Conde, Vicepresidente de Recursos Humanos, viene de Exxon. Juan Pablo Schaeffer, Gerente General de Asuntos Corporativos, viene de Noranda e Xstrata. Ignacio Muñoz, Auditor General, viene de El Abra y Anglo American. ¿Comisión de servicios? Codelco ya no es la empresa de todos los chilenos: son las transnacionales mineras las que la regentan a su antojo. Como corresponde a buenos ejecutivos de tran2snacionales mineras, fabrican pérdidas que transforman en beneficios en empresas “amigas”, como hicieron antes en las empresas a las cuales volverán a partir de abril 2014. Mientras estos ejecutivos dirigieron las diferentes mineras extranjeras, entre 1990 y 2004, sólo una de ellas pagó impuestos en Chile: Escondida. Las otras declararon pérdidas, y durante todos esos años no pagaron un solo peso de impuesto a la renta, mientras Codelco declaraba miles de millones de dólares de utilidades en ese mismo periodo de tiempo. Las mineras extranjeras declaraban pérdidas porque el cobre y subproductos lo vendían a precio vil a empresas relacionadas domiciliadas en paraísos tributarios. Esta maestría en fabricar pérdidas en favor son las que estos ejecutivos están hoy aplicando en Codelco.
Vender a un precio inferior al del mercado está penado por el art. 36 de la Ley de la Renta. Por esa razón, hace más de un año, hicimos una denuncia ante el Director Nacional del SII. Hasta la fecha no hay respuesta, ni siquiera de una eventual investigación. También denunciamos a la Comisión Investigadora de Codelco de la Cámara de Diputados, estas mismas pérdidas más otros US$ 5 mil millones de dólares de pérdidas en los mercados de futuro (29 veces más que con J.P. Dávila) pero que venían del anterior gobierno. Con el solitario voto en contra del diputado Luis Lemus, tanto la Comisión Investigadora como la Cámara concluyeron que no existían irregularidades en Codelco. En realidad no se quiere investigar las pérdidas de Codelco ocurridas con el actual gobierno, para que a la vez no se investiguen las pérdidas en mercado de futuro ocurridas en el anterior gobierno. Empate a cero. Así de preocupados por el país son nuestros diputados. Pero no solo el SII y la Cámara de Diputados ocultan estas pérdidas, también lo hacen los grandes medios de comunicación. La televisión nunca ha dicho una sola palabra de los miles de millones de dólares de desfalco en las arcas de Codelco y por ende del Estado. Solo nos queda la esperanza que los estudiantes y la ciudadanía tomen conciencia de ello, para disponer de una respuesta cuando les digan que no hay recursos para la educación gratuita.