Subcontratación y sindicalización: los temas clave del paro laboral

¿Paro “electoral” o movilización por las demandas históricas de los trabajadores? Estas son algunas de las distintas percepciones sobre la gran movilización de los trabajadores de este 11 de julio. Más allá de las divisiones gremiales, los expertos señalan que la convocatoria de la CUT posiciona en el debate país las complicadas condiciones laborales de un amplio porcentaje de la fuerza de trabajo.

¿Paro “electoral” o movilización por las demandas históricas de los trabajadores? Estas son algunas de las distintas percepciones sobre la gran movilización de los trabajadores de este 11 de julio. Más allá de las divisiones gremiales, los expertos señalan que la convocatoria de la CUT posiciona en el debate país las complicadas condiciones laborales de un amplio porcentaje de la fuerza de trabajo.

El llamado a paro convocado por la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) genera reacciones en todos los sectores. Las demandas históricas de los trabajadores (fin a la AFP, reforma al Código del Trabajo y negociaciones colectivas), ejes de la movilización, se cruzan con las críticas de quienes sienten que el verdadero sentido de la convocatoria responde más a una respuesta electoral que a una medida de presión para resolver problemas arrastrados en el tiempo.

Más allá de todas las críticas que puedan surgir desde voces gremiales, desde la Central confían en este 11 de julio habrá una masiva adhesión, ratificando las demandas laborales que durante años han exigido los trabajadores.

La Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) desde el comienzo se sumó a las movilizaciones. Para su presidente, Raúl de la Puente, esta es la única posibilidad con la que cuentan los trabajadores para presionar a las autoridades. El sindicalista aseguró que la convocatoria de la CUT servirá para sancionar al actual gobierno, pero sobre todo para advertir al que viene que se debe tomar atención al mundo trabajador.

“Para protestar en contra de este Gobierno y también para advertir a aquellos que pretenden ser Presidente de la República que los trabajadores vamos a movilizarnos, porque nuestra única herramienta, nuestro poder está precisamente en parar”, expresó.

En esa misma línea argumentan los diferentes representantes del mundo de la educación, salud, comercio y construcción adherentes al paro. Juan Moreno, presidente del Sindicato Interempresa Líder, considera justas y representativas las demandas que movilizarán a un porcentaje de los trabajadores del país.

Los cuestionamientos y divisiones sobrevienen desde lo público y privado. Por ejemplo, en el mundo portuario, las opiniones no son unánimes. El vocero de Unión Portuaria, Robinson Ávalos insistió en aquellos argumentos que los hacen desistir de la convocatoria. Desde el gremio impulsan un cambio más radical a la reforma laboral que el indicado por la CUT y  además exigen que los plazos de acción sean breves y no de largo aliento, tal como lo señalara la Central en Puerto Montt.

“Con las declaraciones que se hicieron en puerto Montt donde se dice claramente que la CUT no cree en este Gobierno próximo que viene, se presume que será el gobierno de Michelle Bachelet, ellos creen que no se va a avanzar prácticamente nada o no habrán cambios profundos en las AFP, nosotros estamos diciendo que estos viejos no están en condiciones de irse a un orfanato. La jubilación debería ser eso, retirarse a descansar tranquilo sin tener ningún trastorno ni para vivir”, acusó.

Recordemos que una de las fuentes de críticas han sido las declaraciones que Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, diera en Puerto Montt, señalando que el fin de las AFP no sería un cambio que llegará en el mediano plazo. Palabras que fueron interpretadas como un espaldarazo al posible próximo gobierno de Michelle Bachelet.

Desde la CAT (Central Autónoma de Trabajadores) señalan que este es un paro “extemporáneo” con fines netamente electorales. Por este motivo, y a pesar de compartir las históricas demandas laborales, el presidente Óscar Olivos reiteró que “consideramos que este paro, es un paro electoral, por cuanto las demandas que se están presentando ahí a estas alturas del partido en un Gobierno que termina, una Cámara de Diputados y Senado que va a terminar de legislar dentro de un par de meses más, or cuanto hay elecciones, tanto de la mitad del Senado y toda la Cámara Baja, por tanto no hay ninguna posibilidad o muy poca de que alguien pueda legislar en función de lo que se plantea en el paro”.

Para los expertos, más allá de si es o no un paro electoral, el centro del asunto radica en un mundo laboral desprotegido. Así lo señaló Gustavo Durán, economista de la Fundación Sol, quien recalcó lo “infravalorado” que el sistema tiene a los trabajadores, situación que valida sus convocatorias a marcha.

“Hay que considerar que de acuerdo a cifras oficiales de la Encuesta CASEN el 50 por ciento de los trabajadores dependientes ganan menos de 220 mil pesos al mes, y estamos viendo que efectivamente aun cuando el país crezca hay un problema distributivo muy grave y que tiene como origen el mundo del trabajo. Bajo ese mismo aspecto tenemos que cuestiones sindicales, como la negociación colectiva, el derecho a huelga están muy decaídos”, agregó.

María Eugenia Montt, abogada laboralista y académica de la Universidad de Chile cuestionó duramente las actuales condiciones del trabajo en nuestro país, donde la subcontratación y la baja sindicalización son los principales problemas de un mundo que no tiene “fuerza” negociadora, luego de la reforma al Código del Trabajo realizada en la década de los 80.

“La sindicalización no pasa el 10 por ciento de los trabajadores del país, entonces hay ciertos sindicatos poderosos, los otros son sindicatitos. De hecho, si uno lee el Código los sindicatos son personas jurídicas que podrían tener un patrimonio y los sindicatos antiguos que son los que van quedando han podido comprar su sede sindical y le dan beneficios a sus afiliados. Desde la década de los 80 es como un equipo de barrio de fútbol, no tienen capacidad ni siquiera para arrendar una sede. Por eso van quedando los sindicatos del cobre, los bancarios. La actividad colectiva es muy pobre, no se cumple con la doctrina laboral en el ámbito colectivo y tampoco se puede llegar a generar lo que es la ley laboral interna”, expresó.

Desde el ministerio del Trabajo no quieren adelantar declaraciones de la convocatoria de mañana. EL ministro del Interior, Andrés Chadwick, se refirió a las medidas preventivas que se tomarán para evitar focos de desórdenes.

“Esperamos que ya se vaya reflejando de la inteligencia policial para poder prevenir situaciones que antes muchas veces no ocurrían, pero ahora las estamos viendo con mayor frecuencia que es que se trata de generar barricadas en determinados lugares del centro de Santiago para evitar que el transporte funcione y que las personas lleguen a su lugar de trabajo, entonces esperamos que mañana Carabineros esté muy atento y su trabajo preventivo pueda impedir esas situaciones que no es fácil prevenirlas se pueda hacer lo más eficiente posible”, manifestó.

La CUT espera un amplio margen de marchantes del mundo público y privado. Representantes de la salud, educación, construcción, farmacias, supermercados, cobre, aduanas, empleados fiscales y estudiantes ya han adherido a la convocatoria que replicará marchas a lo largo de todo Chile, cuyos ejes centrales son derecho a movilización y a negociaciones colectivas, fin a las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) y la reforma al código del trabajo. Las actuales condiciones de contratación, proclives a la inestabilidad laboral, es otro de los puntos que demandan ser resueltos a la brevedad.





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