La estadía de Edward Snowden en Rusia se prolongará. Este viernes, el ex espía hizo saber que planea formalizar su solicitud de asilo a Rusia, señaló unos de los participantes al encuentro que Snowden mantuvo en el aeropuerto de Moscú con abogados y ONG’s especializadas en derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

“Quiere quedarse aquí, no puede partir hacia América Latina”, indicó Tatiana Lokchina, de la ONG Human Rights Watch, presente en la reunión, aludiendo a la oferta de asilo realizada por Venezuela, Bolivia y Nicaragua.

El abogado Guenri Reznik, conocido por su defensa de los derechos humanos y presente en el encuentro, explicó que “Snowden prometió no volver a perjudicar a Estados Unidos”, justamente una de las condiciones fijadas por el presidente ruso Vladimir Putin para acoger al hombre que puso al descubierto el espionaje de telecomunicaciones a gran escala realizado por EE.UU.

Este viernes, el Kremlin reiteró su exigencia. “Snowden podría teóricamente quedarse en Rusia si, primero, renuncia totalmente a sus actividades contra nuestros socios estadounidenses y, segundo, si él mismo lo desea”, declaró el portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitri Peskov, a la agencia Interfax.

Por su parte, el presidente de la Duma (el parlamento ruso) Serguei Narychkine, aseguró que Rusia debía “otorgarle al asilo político o el asilo político temporal” a Snowden.

Edward Snowden había convocado este viernes a abogados y representantes de ONG’s para denunciar la actitud de Washington, que presiona a otros países para que no le otorguen el asilo político.

“En las últimas semanas hemos sido testigos de una campaña ilegal llevada a cabo por miembros del gobierno de Estados Unidos para denegarme el derecho al asilo previsto por el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, escribió Snowden en un correo electrónico recibido por abogados y ONG’s.

Snowden también se refirió en ese correo al incidente protagonizado por el presidente boliviano Evo Morales, cuyo avión fue obligado a desviarse a Viena a su regreso desde Moscú, luego de que cuatro países europeos le cerraran su espacio aéreo por temor a que llevara a bordo a Snowden.

“La amplitud de las amenazas no tiene precedentes: nunca en la historia de Estados Unidos se ha conspirado para forzar el aterrizaje del avión de un presidente y registrarlo en busca de un refugiado político”, escribió Snowden.