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En 1966, el director de orquesta chileno Juan Pablo Izquierdo se adjudicó el primer premio del concurso internacional Dimitri Mitropoulos, que se realizaba en Nueva York. Parte del galardón era convertirse en director asistente de la Filarmónica de Nueva York, cuyo titular en ese entonces era Leonard Bernstein.
Así, Izquierdo se convirtió en testigo privilegiado de cómo trabajaba el director estadounidense y de los emblemáticos conciertos para jóvenes que encabezaba en el Carnegie Hall, que eran televisados para millones de personas a través de CBS.
Algo de esa experiencia pondrá en práctica este fin de semana en el Teatro Universidad de Chile, cuando el Premio Nacional de Artes Musicales 2012 dirija los dos “Conciertos para la familia” que dará la Orquesta Sinfónica.
Aunque las presentaciones toman el modelo del director estadounidense, Juan Pablo Izquierdo asegura que “los conciertos que hacía el maestro Bernstein en esa época son una cosa muy propia de él y su personalidad, es prácticamente imposible de imitar”.
“Era una cosa muy bien hecha. Se tocaba dos veces: un concierto en la mañana con público, se hacía una pausa de una hora o algo así y se repetía el concierto con otro público. Todo se filmaba, las cámaras tomaban a la orquesta y todos los lugares del teatro. Había niños, adultos y estudiantes jóvenes, era un público bastante heterogéneo y había mucho entusiasmo”, recuerda.
Las presentaciones de este fin de semana se guiarán a través de la pregunta “¿qué es un concierto?” y buscarán explicar cómo funcionan y se relacionan las familias de instrumentos en las diferentes obras.
Para eso, se tocarán fragmentos del Concierto Grosso Op. 6 N° 8 “Concierto de Navidad” de Arcángelo Corelli, el último movimiento de la Quinta Sinfonía de Beethoven y la Guía orquestal para la juventud: Variaciones y fugas sobre un tema de Henry Purcell, compuesta por Benjamin Britten. Cada una de ellas servirá como ejemplo práctico para las explicaciones que hará el propio director ante el público.
Esto, según Juan Pablo Izquierdo, permitirá mostrar cómo han ido cambiando las orquestas a lo largo de la historia y cómo trabajan sus integrantes: “Estas tres obras son como un temario, podríamos decir que es la construcción de una orquesta. Vamos a empezar con Corelli, que es una obra del Barroco, porque la orquesta actual comienza en esa época, antes se usaban otros instrumentos. Entonces comenzamos en el Barroco, en la época de Bach y Handel, y vemos cómo se va evolucionando en la medida que cada vez hay mayor participación de público. Primero los conciertos eran en palacios y lugares de ese tipo y luego en teatro”, explica.
Así, los conciertos avanzarán hasta la obra de Britten, que “representa el mundo actual, donde la orquesta es aún más grande. Esa obra, en particular, está hecha para mostrar la virtuosidad de las distintas familias de instrumentos de la orquesta”, dice Juan Pablo Izquierdo.
Entradas público general: Platea Alta $8.000; Platea Baja $7.000; Platea Lateral $5.000; Balcón $4.000; Anfiteatro $3.000. Promoción: Un adulto con un niño gratis. Tercera edad desde $4.000. Estudiantes desde $2.000. Socios Mundo ACHS 20% descuento en plateas.
