Exposición Re- Tratos en proyecto Museo sin muros

Hoy el retrato es la forma en que el otro nos identifica. Es también la segunda oportunidad de mirarse. Estas dos exposiciones, en Santiago y Concepción, nos hablan del retrato desde un nuevo trato, desde quién nos mira. Lejos del registro fotográfico convencional, las propuestas de estos cuatro fotografos se estructuran en un pensar al individuo en medio de las múltiples capas que nos constituyen, en una sociedad donde la imagen de uno se construye bajo estereotipos, contextos locales y relaciones tecnológicas.

Hoy el retrato es la forma en que el otro nos identifica. Es también la segunda oportunidad de mirarse. Estas dos exposiciones, en Santiago y Concepción, nos hablan del retrato desde un nuevo trato, desde quién nos mira. Lejos del registro fotográfico convencional, las propuestas de estos cuatro fotografos se estructuran en un pensar al individuo en medio de las múltiples capas que nos constituyen, en una sociedad donde la imagen de uno se construye bajo estereotipos, contextos locales y relaciones tecnológicas.

Un rasgo característico de aquello lo vemos  en los 5 dípticos de Simbiosis, de Bárbara Oettinger,  que apela a la necesidad de verse representado en un otro, a través de relaciones conflictivas que se establecen en el intercambio de roles sociales, queriendo que nuestra imagen fotográfica refleje la biología de la descendencia, como sistema de traspaso de status o filiación; así como una escenificación y comparecencia de la personalidad. El intercambio de rasgos en Simbiosis apela a crear sujetos ficticios a partir del retrato de personas reales, que reflejan la relación simbiótica entre madre e hija.  “Me interesan los rasgos faciales y lo importante que son para identificarnos como sujetos. Es por esto que seleccioné las fotografías de madres e hijas que menos gestos o muecas presentaran, con el fin de que éstos no interfirieran como elemento identitario“, explica Bárbara Oettinger.

La sutileza de su trabajo se relaciona con el de Cecilia Avendaño. En Blow, a través de la transformación reconstruye  un nuevo individuo. Por medio de postproducción digital, nos deja perplejos, nos golpea. La función de capas y deformaciones construyen un nuevo ser, uno que existe en la puesta en escena, por medio de la tecnología. “La vida se otorga por medio de la fusión de la sobreabundancia de imágenes, buscando el ser que uno imagina, identificándonos con la superposición de espejos de nuestra identidad construida“, dice Andrea Josch, curadora de ambas exposiciones.“Me fascina el retrato como reflejo y espejo / construcción de identidad , el rostro nos conduce sucesivamente por la historia de lo deformado y lo resplandeciente, lo bello y lo feo, lo aceptable y lo insoportable“, dice Cecilia Avendaño.

Para la creación de  Maicol y sus amigos, Paloma Palominos instaló un estudio fotográfico en pleno centro de Santiago, y retrató a hombres extranjeros con rostros varoniles que posan frente a su cámara.  En estos siete (1,5 x 1m) retratos vemos la cotidianidad sobreexpuesta de la diversidad, en donde la indumentaria no oculta, sino que inscribe una determinada manera de ser preestablecidas. Cada uno de los retratados tiene patrones identificables que los sitúan en una esfera de la periferia urbana, aquella que es capaz de hablar de interculturalidad. Ya no se trata de  quién esta posando, sino su propia existir y la clasificación de su presencia: la pose, el gesto, la indumentaria, la iluminación, la anatomía, pueden generar lecturas y apropiaciones que no refieren al individuo en sí, sino a su posibilidad de catalogización.

Re- tratos

Re- tratos

Re- trato apparatus 

Apparatus, la exposición de Daniel Cruz que se presentará de manera individual en Concepción, nos remite a la problematica de la foto y los medios tecnológicos. Somos en cuanto estamos ingresados en una compleja red de estadísticas. A través de un software creado por él, cientos de personas sentados frente a sus computadores fueron escaneados por el programa fotográfico.  “La individualidad consiste en ser reconocido como parte de un engranaje de fichaje y data: somos en cuanto tengamos un retrato websiado o en línea. Un cierto tipo de anonimato público – una instancia contradictoria – pero coexistente – entre el individuo y el ser social. Soy, mientras exista en un estado de permanencia efímera por la red. Soy, mientras me cataloguen como un posible estereotipado. Soy, mientras exista en la traducción de datos. Soy número traducido a imagen”, explica Andrea Josch.

Daniel Cruz diseña mecanismos donde el usuario o retratado es invitado a ser parte de un acción cuya duración se hace extensiva por un par de minutos. De esta forma el mecanismo de registro invita al usuario a disponer su cuerpo a la espera del autorretrato sin existir mediación entre cuerpo y máquina.

“Lo anterior sugiere preguntarse sobre la identidad y el rol del usuario en las telecomunicaciones. Provoca preguntarse sobre los alcances del consumo de imagen en la sociedad contemporánea, la distancia que existe entre el acontecimiento y la representación de éste; ingresando al campo indescifrable que contiene toda imagen digital, las alteraciones formales dentro del proceso de construcción y las posibilidades estéticas del imaginario tecnológico”, explica Daniel Cruz.

Además de 20 fotografías Daniel ha instalado un aparato en el que la gente podrá fotografiarse usando el software creado por él.

La exposición Dispositivos de identificació de Cecilia Avendaño, Bárbara Oettinger y Paloma Palomino se presenta en la sala proyecto Museo sin Muros  del Museo Nacional de Bellas Artes, Mall Plaza Vespucio, del sábado 10 de agosto al domingo 22 de septiembre, con entrada gratuita. La muestra Apparatus de Daniel Cruz en la sala de Arte Mall Plaza Trébol de Concepción del sábado 17 de agosto al Domingo 22 de setiembre.

 





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