Se reinstala el cuestionamiento al sistema de voto voluntario, luego de que la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, admitiera que dio un giro en su pensamiento.
“Yo creía que a los chilenos les encantaba ir a votar, pero parece que era porque estábamos obligados a ir a votar”, afirmó.
La decisión fue ampliamente celebrada por los representantes de la Democracia Cristiana, recordando que, a fines de 2010, el presidente del partido, Ignacio Walker, publicó una carta titulada “En defensa del voto obligatorio”. En el texto, el ex canciller planteó que la disposición a fijar el sufragio como voluntario promovía una ciudadanía “de baja intensidad”.
En tanto, en todo el espectro político y principalmente en La Moneda están expectantes respecto del nivel de participación que se pueda registrar el próximo 17 de noviembre. El principal dato es la abstención del 60 por ciento del padrón registrado en las últimas elecciones municipales.
En esa línea, y luego de ser reelecto por un nuevo periodo de tres años, el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Ricardo Ezzati, dio a conocer el mensaje de la Asamblea Plenaria de Obispos, donde llamó a cumplir con el “deber moral” de votar en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias del 17 de noviembre.
El comunicado del Episcopado expresa que “aunque según la ley el voto no es obligatorio, es un deber moral ejercer este derecho”. Además, los obispos pidieron a los votantes considerar posturas en temas valóricos de los candidatos.
También los candidatos han hecho un llamado a votar. Evelyn Matthei, Marco Enríquez-Ominami y Ricardo Israel, han sostenido actividades públicas hace unas semanas con esta finalidad.