Los llamados Gases de Efecto Invernadero (GEI) son las emisiones que aumentan la temperatura de la atmósfera de la tierra, alterando así el clima y la vida en el planeta. Aquí están sobre todo el dióxido de carbono y el metano.

Con esto en mente, el programa sobre Escenarios y Planes de Acción de Mitigación diagnosticó 7 sectores de la economía de Chile: minería, transporte, consumo energético de vivienda, industria, forestal, agricultura, y energía, que es el que más aporta al calentamiento global, aun cuando Chile –como país- sólo produce el 0,28% de los Gases de Efecto Invernadero del mundo.

El programa cumplió su primera fase de diagnóstico, a un costo de 3 millones de dólares aportados por los gobiernos de Dinamarca, de Suiza y dos ONG británicas. Ahora se avanza a las fases siguientes, para realizar sugerencias sectorizadas de reducción y mitigación de gases, según expresa el jefe de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Fernando Farías.

“Primero hicimos un mapeo de proyecciones de cuánto se emitiría en distintos plazos de tiempo, de acá a 2012, 2030 y 2050. Encontramos que las emisiones crecen en el sector energético, y el sector forestal captura ello, pero no es suficiente. En suma y resta, Chile el 2007 emitió 60 millones netos, entonces estamos mejorando el inventario de gases hasta el año 2010, pese a que la tendencia es creciente”, explicó.

Sobre este tema, la definición política general del Gobierno del Presidente Piñera fue expuesta por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien llegó una hora tarde a la actividad realizada en la Cineteca Nacional, en Santiago.

El ministro dijo que las medidas a tomar deben atender a la lejanía de Chile respecto de los principales centros de consumo de productos, como Europa y Asia, lo que implica grandes emisiones en transporte marítimo, además de otras características estructurales de la economía de Chile.

“Nuestra condición de país en desarrollo, nuestra cifra de pobreza nos obliga a afrontar el desafío desde la realidad económico social, manteniendo especial preocupación por inversión, empleo y mejoras de productividad. Igual importancia tiene las condiciones geográficas, y productor de materias primas que tenemos. Es decir, las labores de mitigación deben estar adecuadas a la realidad que tiene el país”, indicó el ministro.

Es importante decir que, además del sector energético, uno de los principales sectores generadores de emisiones es el tema del cambio de uso de suelo, que implica sustituir la cobertura vegetal para expandir ciudades, como hace el nuevo Plano Regulador de la Región Metropolitana (PRM100), aprobado en días recientes por el Gobierno.

Esto es relevado por el docente de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, quien estuvo a cargo del Estudio de Variabilidad Climática que Chile entregó en su momento al Panel Intergubernamental de Cambio Climático.

El docente señala que “hay un pasivo ambiental importante que afecta a los suelos de Chile. El país tiene 75 millones de hectáreas de superficie continental, de las cuales más de la mitad está degradada por erosión, tierras del Valle Central y la Costa, con el agravante que la costa juega un rol estratégico, pero está degradada. La costa está protegida del calentamiento global, entonces es fuente de producción alimentaria”.

El detalle del informe sobre Gases de Efecto Invernadero de Chile está en la página web: www.mapschile.cl