Astrid Espaliat, asesora de Chile en La Haya: “Se hizo todo el trabajo que correspondía”

Desde La Haya, la académica de la Universidad de Chile y asesora del equipo jurídico chileno se refirió a la lectura del fallo por el diferendo marítimo entre Perú y nuestro país. La abogada recalcó que hay confianza en el trabajo de defensa y que las políticas de los Estados, luego de esta controversia, deben enfocarse en la integración entre los países de la región.

Desde La Haya, la académica de la Universidad de Chile y asesora del equipo jurídico chileno se refirió a la lectura del fallo por el diferendo marítimo entre Perú y nuestro país. La abogada recalcó que hay confianza en el trabajo de defensa y que las políticas de los Estados, luego de esta controversia, deben enfocarse en la integración entre los países de la región.

Astrid Espaliat es académica de la Universidad de Chile y asesora del equipo jurídico chileno en La Haya, quien conversó esta mañana con Patricio López, en el programa Semáforo, respecto de las últimas reflexiones que surgen antes de la lectura de este fallo.

En primer lugar, ¿Cómo evalúa el clima en La Haya a pocos minutos de lectura del fallo?

– “Es un clima de tranquilidad. Estamos muy convencidos de que Chile hizo un muy buen trabajo, ha sido riguroso. Está la satisfacción y conciencia de que se hizo todo el trabajo que correspondía hacer”.

¿Cuál es la expectativa de cómo debiera ser recibido el fallo en ambos países?

– “No tenemos un punto de vista como delegación, te puedo decir mi punto de vista. Ahora termina la controversia, el fallo hay que acatarlo, creo que los líderes políticos de ambos estados tienen la responsabilidad de conducir este proceso de mejor manera para la población, buscando tranquilidad, buscando vías de implementación más adecuadas. Chile y Perú están adecuados para eso, los equipos jurídicos están claros en eso, me parece súper claro que ellos van a adoptar las vías correspondientes”.

Al final de este proceso, ¿Qué podrías decir de este tipo de instancias y lo que significan para Chile?

– “El pacto de Bogotá es un tratado antiguo que tiene problemas en su aplicación, el artículo sexto. Permite alegar cuestiones que estarían resueltas, alegarlas para evitar la aplicación del pacto. Ese artículo tiene una redacción compleja, todas esas cuestiones son de fondo. Necesariamente el juez tiene que conocer buena parte de la controversia, el Pacto fue ratificado en 1974, han pasado muchos años, y es válida la discusión en Chile sobre nuestra permanencia en el Pacto. Es una decisión reflexiva, considerando una serie de factores, no apresurada, sino meditada”.

Hay voces que en Chile han planteado seguir el camino de Colombia luego de su diferendo con Nicaragua. ¿Cuál es tu posición respecto de estas voces?

– “Lo cierto es que la demanda boliviana ya está planteada, por lo que una denuncia del Pacto de Bogotá no tiene efecto sobre esa demanda. Cuando los estados se retiran del pacto de Bogotá, el pacto sigue teniendo efecto durante un año. Hay una cláusula convenida que así lo establece”.

En el caso de América Latina van quedando pocos diferendos limítrofes, uno es Chile y Bolivia, también Colombia-Nicaragua y Nicaragua-Costa Rica. ¿Estamos ante la posibilidad de pensar en una relación continental de otra manera?

– “Por supuesto, soy de los que piensan que el trabajo debe estar orientado a generar integración, que es lo que favorece a las poblaciones. Debemos tener presentes que es un objeto de preocupación, y cómo esta población puede alcanzar un mayor bienestar económico, cultural, me parece relevante dirigir las relaciones diplomáticas en ese sentido”.

¿Usted es optimista en la eventualidad de decir que hasta aquí se terminan las diferencias con Perú, o es un sueño ingenuo?

– “No es ingenuo, pero creo la relevancia del trabajo político diplomático, y eso nos puede garantizar la no existencia de futuras controversias, un trabajo encaminado en la integración. Mientras más mecanismos de integración, tenemos mayor garantía de no tener controversias, más allá de algo formal. Creo en esa posibilidad como protección de controversias. Pienso que mientras más conocimiento exista entre las poblaciones, intercambio cultural, estamos protegidos”.

El tema comercial, más que unidad ¿podría transformarse en un conflicto dado el volumen de exportación?

– “No lo creo, las relaciones comerciales tienen actores pragmáticos. No veo focos de conflicto. No tenemos una bola de cristal, pero me parece que no debiera ser así”.

¿Algún comentario final, para cerrar esta entrevista?

– “Ojalá que haya quedado claro el mensaje de tranquilidad, de ponderación de cómo enfrentar estas cuestiones. Trabajar por un futuro de integración”.





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