A la cita asistieron todos los ministros y subsecretarios nominados por la electa mandataria para comenzar a delinear el trabajo que tendrán durante los primeros días de su nuevo período al frente del Ejecutivo, y la forma en que implementarán las primeras medidas comprometidas en su programa de Gobierno.
Programa que para algunos quedó en entredicho luego de las designaciones que hizo en algunos puestos clave y que son llamados a ser el emblema de este nuevo período.
El más llamativo, educación, ha tenido una fuerte resistencia de dirigentes que se han levantado en contra, primero, de la designación del ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, como nuevo secretario de Estado y luego por designar como subsecretaria a Claudia Peirano, con directa relación con empresas relacionadas al criticado lucro en educación.
Para los analistas, esta cartera es la que genera más dudas dentro de un gabinete donde destacan algunos nombres relacionados con organizaciones ciudadanas y que han sido celebradas por los actores relacionados con esos temas.
A juicio del sociólogo, Alberto Mayol, el futuro ministro de Educación, representa, precisamente, lo que el movimiento estudiantil ha querido erradicar: “El ministro de Educación es quien fue ministro de los bancos, quien entregó esto al sistema bancario. No resultó, pero diseñó un procedimiento de entrega de fondos a centros privados de investigación sacándolo de las universidades, es alguien vinculado al mundo privado, los lazos del laguismo con el sector bancario”.
Mayol criticó la forma en que fueron designados los subsecretarios, donde a su juicio, más se notó el poder de los partidos y la política del cuoteo, que tanto se criticó a los partidos de la Concertación en las anteriores administraciones: “Ver a Elizalde con un papel recién escrito leyendo los subsecretarios, evidencia una guerra brutal. Esto está desbordado, dices fecha para dar los nombres y llegas con un texto tachado, con distintos cambios, es dramático. La Nueva Mayoría se enfrenta a un desafío mayúsculo, sin siquiera la capacidad de ritualizar”.
Precisamente estos actos hacen surgir la pregunta del porqué de la decisión de Michelle Bachelet de designar a estos nombres en carteras tan polémicas.
Para el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Alejandro Olivares, la futura mandataria busca con la conformación de este gabinete, preservar los equilibrios: “El gabinete representa múltiples equilibrios que la Nueva Mayoría entre sí. No es fácil hacer coincidir a la DC con los comunistas, a sectores con amplias diferencias en la coalición. Entonces el gabinete debe dar cuenta de esta diversidad”.
El analista agregó que la “sobreexpectativa” que existe en torno a este nuevo Gobierno, podría generar problemas en el futuro a Michelle Bachelet, ya que “sobre el gobierno hay una alta expectativa que puede pasarle la cuenta. Esperamos que de este gobierno salga una Nueva Constitución, o las bases para ella. Cambios estructurales en el sistema, entonces hay una presión por cambios a nivel general”.
Respecto del equilibrio de fuerzas al interior de la Nueva Mayoría, el académico destacó una baja en el nivel de influencia de la Democracia Cristiana en el nuevo gabinete y calificó el nombramiento de Ximena Rincón en Segpres como una señal de advertencia a la falange.
Finalmente el analista valoró las designaciones efectuadas en el Sernam, destacando que por primera vez en la historia la cartera estará encabezada por feministas.