Un diálogo necesario

  • 16-05-2014

Estas semanas han sido intensas,  se tramita en el Congreso  el proyecto de ley   que crea la figura de un administrador provisional y de un administrador de cierre para los planteles que eventualmente puedan presentar irregularidades, se aprobó en la  Cámara de Diputados el proyecto de reforma tributaria que  debe darle sustento a las  reformas  que llevará  a cabo el gobierno y  se han movilizado nuevamente los estudiantes reforzando sus demandas de cambio del sistema  educacional.

En este contexto de profundo debate, sobre las reformas que debemos enfrentar  como  sociedad,  fuimos recibidos por el Ministro de Educación los rectores de Universidades privadas con vocación social, específicamente la Universidad Academia de Humanismo  Cristiano,  la Universidad Miguel de Cervantes, la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez y nuestra  casa de Estudios.

Lo relevante del encuentro, fue la oportunidad que tuvimos de plantear en qué contexto debe ejercer sus funciones el administrador provisional, en defensa al derecho a la educación y vinculado con este instrumento el rol de la superintendencia, como  preservamos la autonomía, y  como avanzamos hacia un proceso de acreditación que acompañe el desarrollo de las universidades. También planteamos la necesidad que una mejora efectiva  del sistema  de educación debe ser capaz  de subordinar  todos los intereses particulares  para llegar a una  visión de conjunto, que permita avanzar en calidad e igualdad.

Cómo lo planteamos al Secretario de Estado al hacer presente  que las universidades estatales  son indispensables y como tales  tienen todo el derecho a que su dueño, les entregue un aporte  especial.

Pero  además hicimos presente nuestra disposición a colaborar con  el proceso de reforma, porque consideramos que nuestra  experiencia  es necesaria, como lo hizo presente el informe de la OCDE, en la que  indicaba con acierto, que las Universidades del Consejo de Rectores (CRUCH)  no reflejaban la diversidad   de la educación superior  en Chile.

Echamos de menos una instancia de diálogo institucional que refleje efectivamente  toda la complejidad de  nuestra educación superior, y que desde esa perspectiva podamos  hacer  nuestro aporte.

En este contexto, no deja de  sorprender la  decisión del  CRUCH, de que  al menos hasta el  2017 no permitirá el ingreso de  nuevas universidades al sistema único de admisión , al que actualmente adscriben  25 planteles de los llamados tradicionales y ocho privadas.

La decisión  en el contexto actual se justifica menos que nunca, primero  porque las  razones  que se dieron más parece una excusa, que una fundamentación. Se  habría  “congelado “el ingreso   porque   se está  a la espera de implementar las recomendaciones que la consultora Pearson formuló  a la PSU.

Si  asumimos ese punto como válido, lo cierto, es que uno de los debates que se  ha hecho presente con  fuerza en todos los niveles  educacionales  ha sido acerca del sistema de selección.  Y si  ese es el problema,  la solución no pasa por circunscribir el análisis a un  grupo  reducido , sino que es necesario  abrir  el espacio de debate, no sólo para avanzar en ese punto, sino para asumir que  esta reforma  profunda que demanda la sociedad en materia  educacional exige un compromiso genuino de todos los actores que hacen  parte del sistema de educación superior.

Rafael Rosell Aiquel
Rector Universidad Central

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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