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Tibia jornada inaugural del Mundial “de Dilma Rousseff”

La selección de fútbol de Brasil ganó con complicaciones el partido inaugural del mundial que se realiza en ese país. Mientras, el mundo observa con atención las protestas de uno de los más cuestionados torneos de fútbol de los últimos años.

Héctor Areyuna

  Jueves 12 de junio 2014 21:16 hrs. 
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Minuto 11 del primer partido del mundial y el volante Marcelo anotó el primer autogol que la selección de Brasil registra en la historia de las Copas del Mundo, sorprendiendo a la gran cantidad de asistentes del espectáculo deportivo más mediatizado del mundo.

Antes, los artistas Pitbull, Jennifer López y Claudia Leitte protagonizaban un acto inaugural, que no logró entusiasmar a los asistentes, con la cuestionada canción “We Are One”, criticada por no contener elementos de la variada y robusta cultura musical de Brasil.

Al mismo tiempo, la presidenta Dilma Rousseff fue abucheada e insultada por gran parte de los 60 mil asistentes al Arena Corinthians, pese a que ni siquiera fue anunciada.

La ceremonia, en la calle, estuvo precedida por la acción policial en el marco de las protestas en contra del excesivo gasto mundialero, en un país con varias necesidades sociales. Gases lacrimógenos, balines de goma y siete heridos.

Hasta el propio Diego Maradona, leyenda del fútbol argentino, lamentó en el programa De Zurda, de la cadena TeleSur, el ambiente previo a la cita mundial.

“Soy hincha de Dilma, pero creo que el cemento le ganó al ser humano. Se llevó por delante a mucha gente que no se tenía que haber llevado, que las cosas se tenían que haber hecho de otra forma. hoy ya estaríamos dentro de la cancha y sin embargo estamos hablando de huelgas, de que le falta una cosa a uno o al otro (…) Cuidado, no hay que olvidarse de la gente”, advirtió el ex futbolista.

La preocupación principal de las autoridades brasileñas es la locomoción. Se ha señalado desde el Gobierno que las protestas serán permitidas mientras no sean violentas y no afecten al sistema de transportes. Aunque una de las principales huelgas que se anunciaron antes del puntapié inicial fue justamente la de los trabajadores del metro de ese país.

Este jueves, sólo un 30 por ciento de la flota de buses estaba funcionando en Río de Janeiro y se registró un bloqueo de la única vía de acceso al aeropuerto Galeao de esa ciudad.

En Sao Paulo, estudios registran que un 46 por ciento de la población rechaza la forma en que se organizó la copa.

Los manifestantes, además, reclaman contra la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), a la que acusan, según lo informado por la agencia AFP, no dejar ganancias para la nación.

Un ciudadano en medio de una protesta callejera reclamó que “nos estamos manifestando contra los gastos abusivos de la copa. La FIFA se va de aquí con los bolsillos llenos, con 10 millones sin pagar ni un real de impuestos”.

Analistas han calificado el encuentro como “El Mundial de Dilma Rousseff”, en donde se juega su capital político y hasta su reelección, según el resultado de la copa. Un resultado adverso bien podría calificarse como un autogol.

Finalmente, en la cancha, contra Croacia, el plantel local remontó al error del defensa Marcelo, con un fútbol impreciso, un penal, un golazo de distancia de la estrella local Neymar Jr y el cuestionado arbitraje del japonés Yuichi Nishimura.

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