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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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El Gobierno no da el ancho, menos la oposición, ¿qué hacer?


Domingo 27 de julio 2014 6:58 hrs.


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Sr director:
Despues de transcurrido el trámite de la reforma tributaria, para con posterioridad iniciar el trámite de la reforma educacional, queda de manifiesto el desastre institucional que impera en Chile,
La confusión turbulenta que impera en ambos procesos, pone de manifiesto la inoperabilidad de la institucionalidad en Chile. Salvo para resguardar los intereses de “los notables”. La pregunta que habría que hacerse es : Es bueno esto para Chile?
La respuesta para esta pregunta no está, al igual como no lo estaba cuando se lanzaron las propuestas para la reformas tributaria, y educacional. Sabremos la respuesta empírica en los proximos diez años. Lo mismo es para las reformas constitucionales.
Lo que esta claro es : Quienes están hoy en los poderes del estado, no son los mas adecuados para tomarse tal tarea, aunque algún mandato de la constitución del 80 asi lo defina. Esa institucionalidad simplemente no sirve, caducó.
La situación de inconstitucionalidad, que en la practica sirve a los intereses de los que apoyaron, y se enriquecieron en dictadura. Son los mismos que dejaron en evidencia en su propio gobierno el de Piñera, que el modelo para ellos ideado, es incontrolable sin represión y autoritarismo.
Se pudiera pensar que se podría controlar mejor desde la oposición, la prueba está en la salida que se dio en la reforma tributaria, el fiasco personalizado en nuestros políticos. La confusión reflejada en la información cruzada desde los medios, terminaron dandole ventajas a una oposición desarticulada, como una especie de tabla de salvación, a la cual se aferran con cierta esperanza en la desesperación.
JP Cárdenas, y Tomás Mosciatti tocan el tema, ya sea como una majamama, o algo confuso e inentendible ( Mosciatti en su entrevista a J Navarrete..). El que dos personas entre las mejores informadas del país no entiendan, es bastante decidor, Ellos al igual que nosotros constatan algo, que no entienden (!..).
Si alguién de afuera, desde el exterior, se diera a la tarea de tratar entender, lo haría en el acto. Dirían que el agua esta turbia, que el juego no es limpio, que está viciado.
Lo políticos, las intituciones, y la constitución no dan el ancho. El legado institucional de la dictadura se ha trabado.
En cuanto a la clase política es evidente, que esta se oponga a los cambios que impliquen cierta transparencia, votando esta en bloque contra todo tipo de propuesta en ese sentido de transparencia. Entonces tenemos un problema mayor, porque la parte viva de la institucionalidad, la de carne y hueso, se contrapone a los cambios.
Se puede atascar un país en lo institucional, y en lo político, independientemente de su sector productivo? O ese sector productivo se tendría que parar, para relubricar toda la maquinaria? Es posible que esto sea una alternativa, no lo sabemos, Algo parecido sucedió en el 2011.
La única posibilidad es la reforma de todo el sistema institucional chileno. Primero su constitución mediante una AC, y posteriormente poniendo en practica las enmiendas de esta, que harían referencia a los partidos. Porque se ha comprobado que un estado democratico liberal burgués, es imposible que funcione, sin partidos. Siempre que estos según la constitución, funcionen regularmente en sus tres instancias internas. El que las políticas partidarias haya pasado por su tramite interno de centralismo democratico, es una garantía, de que se respetarán los acuerdos que por mandato la asamblea delega en su dirección. El tergiversar estos acuerdos, tomando otras decisiones entre cuatro paredes, es asunto de la tercera  instancia partidaria para juzgar ; El tribunal disciplinario.
Así como esta ahora en los partidos, es el reflejo de la crisis institucional de todo el país. Es como el proverbio chino dice : El batir de alas de mariposa puede provocar tormentas al otro lado..

Es lo que ocurre hoy, que la felonía de la triquiñuela, se magnifica como política de estado, con consecuencias imprevisibles, que en nuestro caso ya se preven.

En el mejor de los casos pudiera ser posible que el modelo no se derrumbe, que subsista, pero a qué precio?.. En un retraso de cincuenta años en nuestro desarrollo, en aras de un crecimiento que está mas que nada en el bolsillo de los empresarios, y sus políticos…
Enrique Salas.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl