Los países de África occidental intensifican sus esfuerzos para contener la epidemia de Ébola que ha dejado cerca de 1000 muertos en ocho meses, mientras esperan un anticuerpo experimental o una vacuna en curso de elaboración en laboratorios occidentales.
El gobierno de Liberia, que decretó el 6 de agosto el estado de emergencia durante 90 días debido a la epidemia, ordenó al ejército liberiano limitar los movimientos de la población y controlar estrictamente los accesos a la capital, Monrovia, procedentes de provincias afectadas por la explosión de fiebre, que afecta a otros Estados vecinos, como Guinea, Sierra Leona y Nigeria.
Guinea, donde el virus se detectó por primera vez en enero, cerró sus fronteras anteayer para frenar la difusión de la epidemia, pero el gobierno se negó a declarar la emergencia nacional, incluso aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de Ébola emergencia sanitaria internacional el viernes pasado.
La epidemia actual es la más grave desde el descubrimiento del virus del Ébola en 1976, en África central. Dejó más de 1000 muertos sobre casi 1800 casos en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria.