Un informe publicado anoche por el New York Times afirma que Michael Brown, el joven de 18 años que murió el pasado 9 de agosto a manos de un policía, recibió al menos seis balazos, citando un informe preliminar de una autopsia solicitada por la familia del joven.
El cuerpo de Brown presenta dos disparos en la cabeza y cuatro balazos en su brazo derecho, señala el Times, que cita al médico Michael Baden, quien habría realizado la autopsia pedida por los familiares. Por su parte, la familia del muchacho convocó este domingo a una manifestación pacífica, que reunió a un pequeño grupo de personas rezaron tomados de la mano cerca del lugar donde fue abatido.
Tres horas antes de entrar en vigor el toque de queda en la medianoche del domingo, la policía antimotines lanzó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes que salieron a las calles en un suburbio de Ferguson. Algunos integrantes del grupo portaban pancartas denunciando la violencia policial, según mostraron imágenes de televisión. Varios de ellos levantaban las manos en alto en señal de rendición, mientras que otros recogían las bombas lacrimógenas y las lanzaban nuevamente sobre los policías.
Inicialmente el gobernador de Misuri Jay Nixon había decretado el toque de queda desde la medianoche del sábado hasta el amanecer de este domingo con el propósito de “mantener la paz” y permitir que se pueda investigar las controvertidas circunstancias en que murió Michael Brown, de 18 años, el pasado 9 de agosto a manos de un policía.
La primera noche del toque de queda terminó con una persona herida y siete detenidos, mientras la Policía usaba bombas de humo y disparaba gas lacrimógeno para dispersar a manifestantes que desafiaron la medida impuesta por el gobernador.
La muerte de Brown a manos de un policía ha avivado el debate sobre el uso excesivo de la fuerza policial contra los afroamericanos y otras comunidades.