La tregua aparentemente debía extenderse por 24 horas más, pero Israel acusó de nuevas hostilidades a Hamas y se retiró de El Cairo, poniendo en jaque todo avance conducente al fin de los bombardeos sobre Gaza.
Pero además se mantiene en vilo la posibilidad de que Israel ponga fin al bloqueo económico y social que mantiene a casi dos millones de palestinos aislados en los 360 kilómetros cuadrados de la Franja de Gaza, sometidos a la falta de alimentos, agua, servicios básicos y medicinas, entre otros.
Pero ¿de dónde viene el bloqueo? Después de la ocupación israelí de ese territorio y su posterior recuperación por parte de la Autoridad Nacional Palestina, el 2006 se realizaron elecciones parlamentarias donde se impuso el movimiento islámico Hamas sobre el partido Al Fatah. Esto alertó a Israel, que el 2007, con el apoyo de Estados Unidos, instaló un férreo bloqueo que controla lo que ingresa a la franja y supervisa el tránsito de personas.
Para el académico del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile, Eugenio Chahuán, la medida busca evitar cualquier posibilidad de desarrollo propio de Gaza que le diera un nivel de autonomía que pudiese darle una viabilidad que Israel no quería darle a esa zona.
“Se instala a partir del planteamiento del tema de la seguridad, del tránsito de mercaderías ilícitas. En el fondo yo creo que es una justificación para mantener a Gaza como una especie de cárcel abierta donde hay más de dos millones de personas hacinadas en un espacio bastante reducido. Siempre van a haber justificaciones definidas de una y otra forma”, afirmó el académico y añadió que es un tema que tiene bastantes años y que tiene a Gaza, independientemente de la situación militar, en un escenario bastante complejo desde el punto de vista humanitario”.
Gaza no tiene escapatoria ya que está acorralada entre Israel, el mar Mediterráneo y también cerrada en la frontera con Egipto. Cada cierto tiempo ingresa ayuda humanitaria, pero no es suficiente. Los nuevos enfrentamientos han llevado la situación al límite y sigue imperando la cotidiana violencia. Las negociaciones en El Cairo podían atenuar el dramático escenario, pero la retirada de Israel complica las cosas.
Para el analista Internacional Guillermo Holzmann, los argumentos que sostuvo Hamas en el diálogo seguían tensando las relaciones, lo que puede explicar el nuevo quiebre. La organización política buscaría reestablecer los derechos básicos de los habitantes de Gaza y restituir el territorio original del Estado Palestino, que fue ocupado por Israel en 1967, cosa que no gusta a la nación ocupante ni le sirve a Estados Unidos.
“Hoy día Hamas coloca condiciones que permitan el libre tránsito, la liberación de presos, que permitan levantar las prohibiciones de pesca en la zona contigua a su costa y una serie de elementos que son político, económico y militares que en definitiva hacen imposible generar una posición favorable de parte de Israel que ve en todo ello una amenaza parmente a lo que son sus intereses en virtud del fortalecimiento que eso significaría para Hamas”, afirmó el analista.
Hay voces que sostienen que Egipto puede ser una vía para destrabar el conflicto, sin embargo, el tercer país no ha mostrado mayor voluntad en esa línea. Para Mauricio Abu- Gosh, presidente de la Federación Palestina en Chile, la posibilidad de solución hoy está totalmente en manos de Israel.
Abu-Gosh afirmó que se responsabiliza a Hamas de todo, pero el grupo tiene apenas 20 años, por lo que el origen del problema es anterior, esto es, la ocupación de Palestina y el bloqueo a Gaza.
Pero el ahora disgregado territorio palestino vive dos procesos de negociación paralelos. A la que mantiene Hamas habría que sumar las gestiones que realiza la Autoridad Nacional Palestina, presidida por Abu Mazen, que se relacionan con la independencia del pueblo y su reconocimiento como Estado, asunto de fondo que ha quedado desplazado entre las pugnas y el fuego.
