Naschla Aburman: "Nosotros no somos ni oficialismo ni oposición"

La Presidenta de la FEUC se refirió a la importancia de la propia federación y de la Confech en el escenario político-social actual y en 2015. Además, destacó el rol del movimiento de estudiantes de la Universidad Católica y criticó a quienes ven al NAU como un movimiento oficialista.

La Presidenta de la FEUC se refirió a la importancia de la propia federación y de la Confech en el escenario político-social actual y en 2015. Además, destacó el rol del movimiento de estudiantes de la Universidad Católica y criticó a quienes ven al NAU como un movimiento oficialista.

Este martes y miércoles la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) elije a su nueva directiva. Su actual presidenta, Naschla Aburman, conversó con Radio Universidad de Chile sobre el proceso y los desafíos futuros que enfrentan los estudiantes de cara a la discusión de la reforma a la educación superior.

Sobre el momento político de la FEUC en el concierto estudiantil, pero también en el contexto de la política nacional, la dirigenta estudiantil comentó que es importante mirar a futuro, pero a nivel nacional, donde la composición de la Confech cobraría especial relevancia respecto de la forma en cómo se abordarán los temas del próximo año.Por lo mismo, Naschla Aburman destacó la importancia de que estos procesos eleccionarios, en todas las casas de estudio, sean convocantes y representativos.

Se ha dicho que este año el movimiento estudiantil ha tenido menos capacidad de convocatoria, en relación a los anteriores ¿Compartes esa visión y cuáles serían los factores que lo explican? 

Más que incapacidades ha sido un año difícil. Nos enfrentamos a un momento dónde se iban a empezar a construir los cambios que nosotros habíamos estado propiciando. Además, este año se abrieron puertas, eso no lo podemos negar y nosotros tratamos de aprovechar esos espacios, pero estamos jugando en una cancha que es bien complicada para tomar las decisiones a la velocidad que necesitamos. Hay que reaccionar muy rápido, no ha sido fácil, pero hemos avanzado. Uno de esos triunfos importantes fue la derogación del DFL2, un logro con mayúscula que ni siquiera estaba en el programa de Gobierno. Aprovechamos esa oportunidad, pero también otras menos visibles.

Este año nos hemos estado acomodando a este Gobierno, que al inicio prometió muchas cosas, que después se hicieron otras, en tiempos muy distintos. Por otra parte, la conformación de la Confech también influye, este año tuvimos muchas federaciones que se armaron a mitad de año, otras nunca se armaron como la de la Universidad de Valparaíso, porque acá no solo importa lo que pasa en la FEUC y la FECH, sino la conformación conjunta del espacio donde todos tomamos las decisiones.

¿Qué tanto se han abierto las puertas este año? ¿Han sido las suficientes para que el movimiento estudiantil pueda avanzar en procesos vinculantes?

Hemos tenido de todo un poco. Nos han dado reuniones rápidas con las autoridades, como el caso del DFL2, pero, por otro lado, también nos han cerrado las puertas, como en los diálogos temáticos, donde nos dejaron proponer, pero cuando nos fuimos a la plenaria, pedimos una instancia más directa y eso nunca pasó. También hemos tenido dificultades respecto de qué es lo que se dice y qué es lo que se hace, con quince personas interpretando lo que dice el ministro y después se hace otra cosa. Ha sido un año que ha tenido de todo un poco, difícil para avanzar tan rápido como quisiéramos, porque el escenario va cambiando todo el tiempo, un día se abre una puerta pero se cierra otra. Le dan señales a la derecha, pero también al movimiento estudiantil y a la Iglesia Católica, entonces ha sido un sube y baja donde la discusión ha girado en torno a los conflictos internos de la Nueva Mayoría. Esto ha afectado al movimiento estudiantil y a la Reforma Educacional.

¿Qué opinas sobre la crítica que indica a la FEUC como parte de un sector pro-oficialista dentro de Confech?

Hoy en el Gobierno hay personas que en algún momento fueron de la Nueva Acción Universitaria (NAU). El NAU es un movimiento universitario, por lo tanto, cuando dejas la universidad dejas el NAU, lo que se haga con sus decisiones laborales son opciones propias.

¿Pero hay vínculos formales entre Revolución Democrática y el NAU?

No los hay. Nuestro movimiento busca la reforma educacional, en esa línea nos movemos y desde ahí hemos sabido reconocer con lo que estamos de acuerdo, como la prohibición de lucro en las ATEs, pero también hemos sido críticos de lo que no nos parece. Eso ha pasado desde que el nombramiento del gabinete hasta decisiones que tienen que ver con el envío de proyectos de ley antes de tiempo. Hemos sido críticos cuando hay que serlo y también hemos sabido ver las luces y las puertas que se abren en direcciones correctas, pero sin profundidad.

Nosotros no somos ni oficialismo ni oposición. Esto no es un problema de partidos políticos, es un cambio más profundo, estructural, es la Reforma Educacional que estamos buscando. Todo lo que la afecte o beneficie, independiente del Gobierno que sea, independiente de quienes trabajen ahí, vamos a decirlo, porque ese es el rol que hemos jugado y que esperamos seguir jugando. Entiendo de dónde viene la crítica, pero creo que es reduccionista, porque las personas que hoy trabajan en el Gobierno no son parte del NAU y menos de la FEUC. No hay relaciones formales que puedan generar conflicto de interés, nos conocemos, lógicamente, pero no hay tal relación formal.





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