Intelectual anticapitalista asegura que la libertad y la dominación son parte de los gobiernos de izquierda y derecha

La politización del espacio, la urbanización como herramienta de expansión del capitalismo, las contradicciones de los llamados “gobiernos progresistas” y la respuesta de la población ante los fenómenos de inequidad social y daño ambiental presentes en el actual modelo de desarrollo, fueron los principales temas que David Harvey, geógrafo social y referente crítico mundial del capitalismo, realizó en su paso por nuestro país.

La politización del espacio, la urbanización como herramienta de expansión del capitalismo, las contradicciones de los llamados “gobiernos progresistas” y la respuesta de la población ante los fenómenos de inequidad social y daño ambiental presentes en el actual modelo de desarrollo, fueron los principales temas que David Harvey, geógrafo social y referente crítico mundial del capitalismo, realizó en su paso por nuestro país.

“Las Contradicciones del Capitalismo” fue el título del primero de los dos encuentros que David Harvey sostuvo en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, donde discutió la tesis del colapso del capitalismo ante sus contradicciones internas, y apunta al reconocimiento de una naturaleza “peligrosa” en ellas.

Esta mirada lo ha llevado a marcar una diferencia al hacerle frente al fenómeno. En esta oportunidad, se enfocó en dos de los que considera “los problemas cruciales que está enfrentando el mundo”: el desgaste medioambiental y la inequidad en lo social y humano. Esto ocurre en un momento en que la urbanización del mundo “está totalmente fuera de control o controlada por procesos de libre mercado”.

Para el geógrafo social, la construcción de los espacios sociales, políticos y, hoy, económicos, es una de las herramientas de expansión del modelo capitalista. Por lo mismo, en conversación con Radio Universidad de Chile, afirmó que la urbanización debe ser repensada, lo que consideró como “un elemento crucial en cualquiera de las soluciones propuestas”.

“Yo pienso que la urbanización es uno de los escenarios cruciales de las luchas sociales futuras, debido a que se ha transformado en un elemento dominante como medio de absorción de acumulación de capital. Creo que vemos en el aumento de los valores de propiedades y de terrenos, que la urbe está elevando su importancia como espacio de acumulación de poder capitalista”, explicó y añadió que por esto “desafiar la naturaleza de la urbanización que nos rodea, es una de las partes importantes de la confrontación con el poder capitalista”, afirmó Harvey.

El académico afirmó que hoy las estructuras donde se desarrolla la vida urbana, la cotidianeidad, están instaladas, y se puede observar, en todas partes del mundo, “una población descontenta con la forma de vida que le tocó vivir, que está obligada a vivir”. En ese sentido señaló que hay lugares donde las masas son “patéticas” porque no están involucradas con el proceso en una verdadera alienación pasiva.

Sin embargo, afirmó que hay momentos donde se quiebra esa sensación de impotencia ante la falta de poder, y las masas se unen generando protestas casi espontáneas y a gran escala, como se pudo ver en Brasil, donde una simple alza en las tarifas de transportes, llevó a marchas de más de un millón de personas, o en Turquía, donde la eventual tala de árboles gatilló la denuncia ante la falta de gobernanza democrática. “Estas reacciones se pueden convertir de pasivas a un movimiento progresista activo”, afirmó mostrando una vía posible.

Lamentablemente, señaló el catedrático de las universidades de New York y London, “se acaban rápidamente” ante la confrontación con los gobiernos. En América Latina, los gobiernos progresistas han ocupado estrategias como la militarización o judicialización, incluso de sus poblaciones indígenas, para enfrentar estos atisbos revolucionarios. En ese sentido, Harvey sostuvo que se debe tener presente que la lucha entre la libertad y la dominación es algo relevante a todos los movimientos sociales.

“Lo que hacen los gobiernos contemporáneos es proclamar que somos libres cuando, en muchos modos, nos encontramos limitados y dominados por la ley, limitados en lo que hacemos, entonces los gobiernos actuales juegan a la liberación y a la dominación al mismo tiempo. Ellos predican que nos entregan libertad y nosotros sentimos la dominación. La pregunta importante aquí es “¿la libertad vale esta dominación?” y creo que cada vez más la respuesta de la gente a esta pregunta es no. Es un poco de libertad a cambio de una dominación total”, indicó.

“Esta es una contradicción de la cual no podemos abstraernos, la libertad y la dominación siempre está presente, y siempre operarán tanto en los gobiernos de derecha como en los de centro y los de izquierda: es una contradicción ineludible”, sostuvo. En ese sentido, para el investigador la única pregunta es cómo entregamos ciertas libertades en nombre de otras libertades mayores, y qué es lo que obtenemos como resultado de ello.





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