Muertos por el terrorismo ¿Tienen el mismo valor mundial?

No solo hubo asesinatos en las oficinas de Charlie Hebdo, en París. En las mismas 24 horas en Yemen, situado al sur de Arabia Saudita, un coche bomba sembró el horror. La política, las comunicaciones y la condición de subdesarrollo hicieron que no fuera noticia.

No solo hubo asesinatos en las oficinas de Charlie Hebdo, en París. En las mismas 24 horas en Yemen, situado al sur de Arabia Saudita, un coche bomba sembró el horror. La política, las comunicaciones y la condición de subdesarrollo hicieron que no fuera noticia.

El mismo día en que la revista Francesa Charlie Hebdo sufrió el ataque de sus oficinas dejando como resultado 12 muertos, en Yemen un coche bomba explotó frente a una academia de policías con un saldo cercano a los 40 fallecidos. Sin embargo lo ocurrido en Francia acaparó el interés internacional y terminó con una marcha histórica por las calles de París con autoridades políticas como protagonistas, entre ellas Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel quien ha sido acusado de genocida en más de una oportunidad.

¿Acaso los muertos de París, tienen más valor que los caídos en Saná, la capital de Yemen? La primera respuesta a esta interrogante suele buscarse en los medios de comunicación, en el criterio sobre qué es una noticia. Rodrigo Diez, editor General de 24.cl, explica que si bien se refleja la importancia de internet y las redes sociales en el desarrollo de los acontecimientos noticiosos, el interés público sobre algo que ocurra en París trasciende a la existencia de la red y tendría que ver más con los criterios de proximidad y relevancia utilizada por los periodistas.

Rodrigo Diez

Rodrigo Diez

“No creo que tengan que ver con que hayan muertos que valgan más que otros, o que puedan servirle a la causa política o a la agenda de determinado medio de comunicación, esto tiene que ver con cómo nos hemos acostumbrado los periodistas a definir lo que son las noticias. Francia está en nuestro radar, mucho más que un país como Yemen… y en el radar de todo el público”, explicó.

Yemen es uno de los países con menos penetración de internet (1,6 por ciento en 2009) , mientras que en Francia, pasa lo contrario (80  por ciento en 2012) y a la vez es un actor protagónico de la política internacional, donde según Diez, un acontecimiento que ocurre en el país Galo se transforma fácilmente en noticia.

Pero esta relevancia estaría construida sobre un capital de desarrollo comunicacional político, que orquestó una histórica manifestación en las calles de París, que congregó a más de un millón de personas. Para el cientista político Fernando García Naddaf existe una falta de coherencia en el discurso francés que mantendría silencio frente a otros hechos sangrientos y levantaría mediáticamente un discurso basado en la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos.

Fernando García

Fernando García

“Acá están tratando de sacar el máximo provecho desde ese punto de vista y Hollande lo sabe perfectamente. Trata de ganar respaldo, van los líderes del mundo a apoyarlo y toma medidas de fuerza. Estamos hablando de política interna, si no, hubiéramos visto a Hollande también actuando con la misa consecuencia con el caso de Boko Haram,  Yemen y  Palestina”, acusó.

Otra muestra de la falta de consecuencia que señala Naddaf sería la existencia de un video donde se muestra a las autoridades europeas, marchando prácticamente solas, aisladas de la multitud, algo que llamo un acto “parafernalico” (ver video al final de la nota) y la inexistencia del cuestionamientos explícitos al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien ha sido acusado por décadas como impulsor de violaciones a los derechos humanos. Los conflictos internos, que buscaban evitar la presencia del líder israelí, se filtraron solo por la prensa.

En tanto para la socióloga María Emilia Tijoux existe una suerte de contabilidad político-capitalista a la hora de hablar de los afectados por actos similares a los de Francia y Yemen, que da paso a que algunos cuerpos valgan más que otros.

María Emilia Tijoux

María Emilia Tijoux

“Efectivamente hay cuerpos que no valen. Uno tiene que decir a lo mejor directamente, los cuerpos de África, los cuerpos negros… y si vuelvo a Francia los cuerpos de los argelinos en los años 60 cuando fueron perseguidos y asesinados, tampoco valían. Lo acontecido en Yemen, que es brutal efectivamente queda fuera del juego”, explica.

Además de esto explica Tijoux también estaría la naturalización de conceptos sobre el cuerpo entre países que han alcanzado o no el desarrollo. En los más avanzados una muerte sangrienta, producto de un acto terrorista, puede tomar gran relevancia y despertar las alarmas, mientras que en un país que no ha logrado el progreso tendría menos efectos por una condición de salvajismo implícito donde no ha llegado la mano de la ilustración, del profesionalismo del hombre blanco.

No pertenecer a un país desarrollado, normaliza que las las posibilidades de morir por un acto salvaje sean tomadas con naturalidad, como si fuera un destino posible y no urgente de reparar, donde el conteo que el capitalismo comercial hace de los cuerpos tome un valor insignificante. Una visión que para María Emilia Tojoux es aberrante y de necesaria rectificación.

 

 

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