La última sesión de la Comisión de Trabajo en el Congreso dejó en claro que el proyecto de Reforma Laboral viene con “letra chica”, lo que cambió el discurso de la Central Unitaria de Trabajadores y lo acercó al resto de los actores sindicales.
Sin embargo Nolberto Díaz, vicepresidente de la CUT, no cree que la visión de la multigremial se haya modificado, pero sí aseguró que la iniciativa tal y como está perjudica a los trabajadores.
Además, Díaz cuestionó el rol del Parlamento, a quienes acusó de serviles al empresariado durante los últimos veinticinco años: “No pueden pretender ahora que la CUT no tenga una opinión, nosotros creemos que este es un mal proyecto”, sentenció.
La Reforma Laboral plantea cambiar el plan laboral redactado en Dictadura por José Piñera. Sin embargo, las organizaciones sindicales han estado ausentes de las últimas actividades ciudadanas que plantean cambiar la carta fundamental que es la base del Código del Trabajo.
A pesar de ello, Nolberto Díaz subrayó que la CUT tiene un compromiso con la creación de una Constitución hecha en democracia: “Siempre hemos creído que Chile necesita una nueva Constitución y si el camino es el plebiscito o la asamblea constituyente eso lo dirá el tiempo, pero lo que no puede esperar es la necesidad de una nueva Constitución”.
José Ortiz Arcos, presidente de la Confederación General de los Trabajadores Públicos y Privados, celebró que la CUT se diera cuenta de las consecuencias que provocaría el proyecto de Reforma Laboral.
Al mismo tiempo explicó en qué pie quedarían las organizaciones sindicales si la iniciativa se aprueba.
“Es lo mismo que mandar a negociar a un niño de jardín infantil con un licenciado de Harvard. O sea cualquier “caluga” que le entreguen al niño, él la va a recoger y lo que necesitamos en nuestro país es equilibrar las relaciones laborales para que haya una mejor distribución de las riquezas que creamos nosotros los trabajadores”.
Ortiz sostuvo que hay una gran cantidad de dirigentes a favor de una asamblea constituyente, pero reconoció que aún no han podido dar el debate.
Es así que las dirigencias de las organizaciones sindicales esperan debatir el proyecto en el Congreso, participar de movilizaciones y concientizar a los trabajadores para ser escuchados por el gobierno y cambiar la Reforma Laboral.