Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 19 de abril de 2024


Escritorio

Cambio climático


Domingo 29 de marzo 2015 10:11 hrs.


Compartir en

Señor Director:

Pareciera que el cambio climático decididamente llegó a Chile para mostrar su verdadero rostro donde ya decididamente la gente está muriendo. El problema con este cambio es que inicialmente se lo llamó “calentamiento global” para identificarlo así con las causas, sus raíces. Desgraciadamente eso ha permitido que gente que no “cree” (como si esto se tratara de una religión), o que ridiculiza este fenómeno, se ría cuando se produce una nevazón como la ocurrida recientemente en Washington. Ahí un senador muy ignorante (¡sí, eso también ocurre aquí!), riéndose del “calentamiento global,” le empezó a tirar bolos de nieve a sus colegas del Senado haciéndose pasar por chistosito y preguntando que donde estaba ese famoso “calentamiento.” Por eso es mejor usar un término que identifica el “calentamiento global” con sus efectos más directos y devastadores, como son el clima extremo que genera, y que va desde sequías tremendas a lluvias torrenciales y de frecuencia inusitada.

En el norte de Chile en pocas horas cayó el agua que debería haber caído en más de un año. Y en las cumbres y cerros, en lugar de caer nieve, por las temperaturas más altas que ahora tenemos, cayó nada más que agua, aumentando así los torrentes de lodo y desperdicios… y como antes ya se venía soportando una sequía prolongada se habían construido casas y pequeños poblados en los antiguos lechos de los ríos que han quedado completamente devastados.

Un poco más al sur, y como ya ha ocurrido en Europa, California y tantos otros lugares, la sequía y las altas temperaturas transforman un pequeño incendio en un desastre natural incontrolable… ¡pobres araucarias! En Rusia, en el año 2012, por ejemplo, se quemaron más de 13 millones de hectáreas en uno de los incendios mas grandes de sus últimos 100 años. Aquí en Michigan, durante este último invierno, nuevamente hemos tenido unos fríos polares extremos debido a que el “jet stream” que viene del polo, está cambiando. Una teoría dice que es debido a la menor diferencia en la temperaturas que existen entre el polo norte y el trópico. ¿Está verificada esa teoría? Probablemente no porque está recién formulada. Y es aquí donde es bueno introducir una analogía, es decir asociar este problema, el de una tierra enferma y los científicos del clima que la estudian, a nosotros, nuestro organismo cuando enferma y los médicos que entonces consultamos. La medicina es una ciencia donde diferentes teorías evolucionan y se perfeccionan a medida que progresa. Sin embargo, no por eso tratamos a los médicos de ignorantes ni tampoco dejamos de ir a sus consultas… y la gran mayoría de las veces les “creemos”, somos sus “creyentes”. Tormentas han existido siempre, por eso tampoco se puede asociar, con un cien por ciento de certeza, una tormenta desastrosa y puntual al cambio climático. Lo que sí podemos decir es que, dada la frecuencia y la energía que descarga, que probablemente sí está relacionada con el cambio climático, como está ocurriendo ahora en Chile. Con las enfermedades nos ocurre algo parecido. Cuando uno fuma, lo más probable es que ese cáncer al pulmón que le pueden descubrir se relaciona con el cigarrillo, pero no lo podemos asociar con una certeza irrefutable. Existen muchos fumadores que están sanos, y también existen enfermos de cáncer al pulmón que nunca fumaron. Sin embargo, no por eso proclamamos que los médicos son unos charlatanes y los dejamos de consultar. Al menos ellos aseguran que estadísticamente el cáncer al pulmón está asociado con el cigarrillo. Y la mayoría ya les “cree”.

Por la tele vemos que esta tormenta ha producido una devastación tremenda en las ciudades. Lo triste es que de ahora en adelante, cada vez se hará necesario buscar más y más en el pasado para encontrar tormentas más intensas que la última… por eso soy pesimista. Nosotros, la especie más “inteligente” del planeta ha enfermado, ha dañado esta tierra de manera irreversible y se las estamos dejado a nuestros descendientes enferma y débil, y cada día más pobre en flora y vida animal. Incluso si ahora todos se transformaran en “creyentes” y trataran de emitir menos CO2, eso ayudaría, pero el daño grande ya está consumado; desde ahora no tenemos más remedio que adaptarnos. En todo caso ayuda apagar una luz inútil consumir menos energía. Estos eventos climáticos extremos, como el ocurrido recientemente en el norte de Chile volverán a presentarse, de manera que la reconstrucción del norte tiene que reconsiderar dónde ubicar nuevamente esos poblados y empezar a usar techumbres resistentes a la lluvia.

Muchas ideologías y religiones exaltan las maravillas de nuestra especie, sobre todo nuestra inteligencia. Creo que eso nos ha causado daño, nos ha trasformado en una especie arrogante que ha enfermado su propia vivienda y entorno. A veces imagino que habría sido mejor que otro animal “menos inteligente” dominara este planeta, como las panteras, los osos pandas, o un perro como el Copo, pero no ha ocurrido así.

Afuera todavía está oscuro y todavía tenemos un frío relativamente inusual para esta época del año aquí en Michigan. Los políticos aquí también son tremendamente incompetentes…

Cristián Fierro

Michigan, Estados Unidos

 

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl