Los resultados del informe de la Unesco seguimiento de “Educación para todos en el Mundo 2000-2015: logros y desafíos”, arrojaron la necesidad de enfocarse fuertemente en los desfavorecidos.
En ese sentido, Argentina destacó entre los países que redujeron sustancialmente las disparidades entre alumnos de zonas rurales y las urbanas.
El secretario de Educación de ese país, Jaime Perczyk, indicó que los buenos indicadores son gracias a que actualmente se invierte el 6,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en Educación, han aumentado la matrícula en universidades públicas, se disminuyó la repitencia, se han instalado aulas digitales móviles y desde este año la sala de cuatro años forma parte de la escolaridad obligatoria.
Con lo anterior, Percsyk enfatizó en el rol del Estado y criticó la lógica de mercado que construye ranking entre países y al interior de las escuelas.
“Si hablamos de derechos, el único que puede garantizarlos es el Estado, el único que puede responder con salas de cuatro años donde no es rentable, el único que puede dar condiciones de igualdad en la puna argentina, en las grandes ciudades y en las escuelas rurales. El mercado no garantiza derechos, garantiza que todo se compra y todo se vende”, aseguró Percsyk.
Por su parte, la Subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, sostuvo que en Chile el porcentaje del PIB para Educación es de 4,7, cifra que con la Reforma Tributaria se espera se eleve dos puntos más. No obstante, identificó una fuerte segregación educacional vinculada a lo territorial, lo que a su juicio, hace disonancia y plantea un desafío en la construcción de sociedad.
“En Santiago la línea roja del Metro muestra cómo van cayendo los ingresos en la medida que nos vamos moviendo y cómo a su vez caen en las pruebas nacionales los resultados de aprendizaje de nuestros estudiantes en las escuelas alrededor de esas estaciones de metro”, señaló la Subsecretaria mientras analizaba el estudio del CEP, Desigualdad, Segregación y Resultados Educacionales: Evidencia desde el Metro de Santiago, de los investigadores Juan A. Echenique y Sergio S. Urzúa.
En la cobertura de educación parvularia y media es donde se evidencian mayores brechas entre los quintiles más ricos y pobres, problema que para la Subsecretaria se resuelve con el cambio hacia un sistema de comunidades de aprendizaje que hará el actual proyecto de ley de Reforma Educacional.
La viceministra de Ciencia y Tecnología de El Salvador, Erlinda Hándal, tomando en cuenta la vulnerabilidad del sector rural de su país, remarcó la importancia del aprecio del alumno y del maestro, independiente del lugar donde provenga.
“El futuro de este niño es el futuro del país, hacerle sentir que tiene los mismos derechos pero efectivamente hacérselos llegar. Es decir, no solamente hace falta invertir en esos derechos sino que también en la elevación de la autoestima del estudiante. Y que el maestro que está dando clases en la última escuela rural sienta que tiene la realización del derecho de tener a su disposición todo lo que necesita para dar una buena clase”, expuso Erlinda Hándal.
De este modo, la Viceministra hizo hincapié en el derecho de los estudiantes a la educación pública, que no los conduzca solo al empleo, sino que también les dé una formación valórica y responsable socialmente.
Por último, Giovana Mode, representante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (Clade) de Brasil, concluyó que el propósito de promoción de la dignidad humana, principal del derecho a la educación en la Declaración Universal de Derechos Humanos, muchas veces figura como un accesorio y no como el centro de preocupación de los gobiernos.