Durante varios días, el dibujante Vicente José Cociña recorrió la Alameda capturando fotografías y haciendo anotaciones en una libreta. Cubrió cada metro, desde Plaza Baquedano hasta la intersección con la carretera Panamericana, retratando ambas veredas de las principal avenida de Santiago. Luego, por unos cinco meses, dibujó en su taller a partir de esas imágenes y anotaciones.

Lo que hizo no fue seleccionar algunas escenas, sino todo lo contrario: un dibujo continuo que recorre la antigua Alameda de las Delicias y repasa cada una de sus fachadas. Alameda de ida y vuelta, de hecho, se llama el primer resultado de ese trabajo, una exposición que se acaba de inaugurar en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Quinta Normal.

La muestra consiste en dos grandes dibujos, de diez metros de largo por unos 60 centímetros de alto, dispuestos frente a frente. De esta manera, al recorrerla, es como si el visitante paseara por una Alameda en miniatura y blanco y negro. En julio, el artista publicará un libro que incluirá textos de Vólker Gutiérrez y va a cumplir con las mismas y singulares condiciones: “Es desplegable y no tiene lomo, es como un acordeón. En un lado aparece la vereda norte y en el otro, la sur. Son dos largos dibujos y coinciden los puntos: si ves La Moneda, al otro lado está el Paseo Bulnes”, explica Vicente José Cociña.

El dibujante explica que la Alameda no es solo la calle más importante de Santiago, sino que es un híbrido de arquitecturas e instituciones: “Hay edificios vinculados al periodo colonial, como la Iglesia San Francisco; neoclásicos, como La Moneda; modernos, como las Torres de San Borja; y más contemporáneos, como el edificio de Telefónica, que está en Providencia pero alcanza a salir en el dibujo”.

Asimismo, “hay edificios que tienen que ver con el poder político, como la misma Moneda; y con la economía, como la entrada a la calle Nueva York o el Banco Estado. Están las casas centrales de la Universidad de Chile y la Católica, hay comercio y está la Iglesia San Francisco, que se relaciona con la religión. Está la torre Entel, vinculada a las comunicaciones. Hay edificios vinculados a la cultura, como la Biblioteca Nacional y el GAM. Hay edificios relacionados con la alta sociedad, como el Club de la Unión, pero al mismo tiempo la Alameda es súper mezclada en términos de quienes la recorren. Es decir, confluyen muchas cosas y es un reflejo de lo que pasa en esta ciudad”.

La exposición -y el venidero libro- funcionan también como un registro de una avenida que está en constante transformación. Quizás, algún día, se pueda ver como esas fotografías que circulan profusamente por internet y que retratan un Santiago muy distinto al que existe hoy.

Para el artista, sin embargo, el registro no es la principal motivación: “Lo que busco es poner en valor algo que tiene que ver con nuestra identidad. Actualmente es un lugar de tránsito. La gente, en general, pasa en el Metro o en la micro, entonces el hecho de dibujarlo tiene que ver con detenerse, mirarlo y darse cuenta de que también es un espacio público que llama a ocuparlo. Por algo las marchas y las exigencias sociales también pasan mucho exactamente por este eje”, argumenta.

¿Hay algún detalle que haya llamado especialmente la atención de Vicente José Cociña? “Varios”, responde, aunque se detiene en una escena en pleno centro de Santiago, recogida durante la elaboración del proyecto, pero que hoy también se repite: “Cuando hice los dibujos, la Casa Central de la Universidad de Chile estaba tomada, llena de pancartas, justo frente al Club de La Unión, un edificio vinculado con la aristocracia, con el poder social y político. Ahí, el enfrentamiento en un modo de ver la sociedad no era solo algo de ideas, sino que se expresaba en algo físico. Es decir, realmente están en veredas diferentes”, dice. Luego, va más allá: “En la Alameda, todo lo que pasa arquitectónica y espacialmente tiene vinculación directa con lo que pasa ideológicamente”, concluye.

Alameda de ida y vuelta permanecerá abierta hasta el 19 de julio en el MAC de Quinta Normal (Matucana 464) y la entrada es gratuita.