En lo que va de 2015, más de 2.000 personas han muerto en las aguas del Mediterráneo intentando llegar a Europa de forma irregular. Esta cifra es “inaceptable” según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que ha hecho balance de los primeros siete meses del año. Un recuento que pone de manifiesto el flujo migratorio masivo procedente del norte de África hacia Europa.
Durante los doce meses de 2014, fueron 3.279 los inmigrantes y solicitantes de asilo que murieron en el Mediterráneo, 1.607 de ellos entre enero y julio. La OIM asegura además que casi 188.000 personas han llegado a Europa desde el pasado enero, principalmente a Italia (97.000) y Grecia (90.500).
El deceso de 19 migrantes en el Canal de Sicilia el pasado fin de semana se sumó a este balance, precisó la OIM.
El director de la organización, William Lacy Swing, ha considerado “inaceptable que, en el siglo XXI, personas que huyen de conflictos, persecuciones, miseria y degradación tengan que soportar experiencias tan terribles” que comienzan en sus países de origen y continúan durante su búsqueda de una vida mejor
A pesar de las tragedias, la OIM ha reconocido los esfuerzos de las fuerzas marítimas desplegadas en el Mediterráneo, gracias a las cuales continúan salvándose muchas vidas prácticamente a diario.