Ernesto Águila: “Es inédito que Burgos intente erigirse como primer ministro”

En entrevista con Radio Universidad de Chile, el cientista político reflexionó en torno a la agenda paralela que estaría llevando el Ministro del Interior, Jorge Burgos. A su juicio, existen dos opciones para darle proyección al gobierno: el que la Presidenta repunte "y la ciudadanía escoja una administración de continuidad en el proceso de reformas, o que se defina por una gestión de corte más conservador, escenario en el cual la DC podría tener su oportunidad".

En entrevista con Radio Universidad de Chile, el cientista político reflexionó en torno a la agenda paralela que estaría llevando el Ministro del Interior, Jorge Burgos. A su juicio, existen dos opciones para darle proyección al gobierno: el que la Presidenta repunte "y la ciudadanía escoja una administración de continuidad en el proceso de reformas, o que se defina por una gestión de corte más conservador, escenario en el cual la DC podría tener su oportunidad".

El director del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) de la Universidad de Chile y analista político, Ernesto Águila, se refirió al actual momento de la administración de Michelle Bachelet, y al rol que ha jugado el ministro del Interior, Jorge Burgos. Para el académico, el jefe de Gabinete estaría desplegando su propia agenda, en el marco de una disputa de poder con la Mandataria, que contempla proyectar a futuro un nuevo gobierno de la DC.

El académico de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, sostuvo que, si bien en un principio la Nueva Mayoría se presentó con un programa de gobierno que marcaba un giro a lo que han sido los últimos 25 años en la vida política nacional, demostrando mayor sintonía con las demandas del movimiento social, este cambio no ha sido un proceso fácil, poniendo en duda la posibilidad de que el pacto se proyecte en el futuro.

Ernesto Águila calificó como “inusual” la conducta del ministro del Interior, Jorge Burgos, ya que ha dado la impresión de que está tratando de instalarse como una especie de primer ministro de facto. Asimismo se refirió a la actitud del ex presidente Ricardo Lagos, quien a juicio de Águila, prestó su apoyo a Burgos en una supuesta disputa de poder con la Presidenta Bachelet.

“Lo que no se había observado nunca, hasta ahora, es que alguien intentara instalarse en ese rol de primer ministro, no sobre una delegación de la fuerza de la Presidenta, en un régimen presidencialista, sino a través de la fuerza que le otorgan sectores externos al Gobierno, como puede ser el empresariado, o una facción política, en este caso de la Nueva Mayoría. Entonces, eso es un hecho, francamente, bastante inusual, tanto como que un ex presidente, frente a una disputa de poder entre la Presidenta y un ministro, opte por apoyar al ministro y no a la Presidenta. Esto, viniendo de un ex presidente, lo considero insólito”.

El académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, sostuvo que la Presidenta pensó que designando a Burgos como jefe de Gabinete, podía acercar apoyo desde la DC al programa de reformas, sin embargo el ex diputado habría llegado con una agenda política propia al Ejecutivo, la cual tendría el objetivo de pavimentar el regreso de la Falange al poder.

“Yo creo que Burgos está haciendo un juego que políticamente tiene sentido, y que creo que está en el trasfondo de esta crisis. Digámoslo así: por dónde se va a heredar el Gobierno de Bachelet. Se va a heredar a través de alguien que va a dar continuidad o va a profundizar por la izquierda lo que se ha hecho en este gobierno, o aquí, en realidad, el fracaso de la idea reformista del gobierno de Bachelet, en realidad es lo que permite que la ciudadanía, electoralmente, pida un gobierno más de centro, que al final también puede ser un gobierno de derecha”.

Para el analista político, el fondo del debate actual al interior de la Nueva Mayoría, más que la gradualidad, tiene que ver con que hay un sector que nunca ha creído en el Programa de Gobierno, ni en las reformas estructurales que fueron planteadas en él.

Esta facción del oficialismo, Águila la identifica con los grupos que perdieron las primarias de 2013, y que en el primer año de gobierno de Michelle Bachelet, dada la popularidad de la cual gozaba la Mandataria, no se atrevieron a alzar sus voces en contra del proceso de cambios, pero una vez producida la baja en las encuestas, han puesto sobre la mesa este debate.

“El tema no es la gradualidad. En realidad, se discute en torno a algo que no es, se discute en torno a si alguien está o no en contra de la gradualidad. Yo no conozco a nadie que esté en contra de una cierta gradualidad racional con que hay que hacer los cambios. El tema es que tras esa discusión hay es un sector importante que considera que no son necesarias estas reformas. O por lo menos tienen que ser tan graduales que termine este gobierno y veamos en el próximo qué pasa”.

Finalmente, Ernesto Águila planteó que existen dos opciones para la proyección a futuro del Gobierno: en primer término, la posibilidad de que la Presidenta repunte en las encuestas y la ciudadanía escoja una administración de continuidad en el proceso de reformas, o que se defina por una gestión de corte más conservador, escenario en el cual la DC podría tener su oportunidad.

 





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