Tribunal Constitucional: el duro escollo que deberán enfrentar las reformas

Preocupación manifestaron parlamentarios de la Nueva Mayoría frente a la posibilidad de que las reformas estructurales que actualmente se están analizando en el Congreso, puedan ver su destino torpedeado desde el Tribunal Constitucional (TC).

Preocupación manifestaron parlamentarios de la Nueva Mayoría frente a la posibilidad de que las reformas estructurales que actualmente se están analizando en el Congreso, puedan ver su destino torpedeado desde el Tribunal Constitucional (TC).

La posibilidad de que las reformas, como la educacional y la laboral se vean sometidas al escrutinio del Tribunal Constitucional, ha generado la preocupación en el oficialismo, dada la actual composición del organismo ya que de sus diez integrantes, seis de ellos serían afines a la derecha política, tal como lo han reconocido incluso desde el pacto Chile Vamos, cuando el diputado UDI Jaime Bellolio dijera que: “No importa. Vamos al Tribunal Constitucional. Allá estamos 6/4”, luego de una discusión por Carrera Docente.

Para el senador del PS Alfonso de Urresti lo preocupante es que el TC se está convirtiendo en una tercera cámara legislativa para modificar proyectos de ley en los cuales la derecha se ha visto derrotada en el Parlamento, alterando el sentido original de este organismo. Al mismo tiempo hizo un llamado a que en futuro proceso constituyente, se revise también la orgánica y funcionamiento del TC, ya que considera que un grupo de personas que ha sido designada y no elegida en votación popular tenga la potestad de torcer la voluntad de la mayoría expresada en el Congreso.

“Me inclino por fortalecer los equipos jurídicos que revisan la constitucionalidad de las leyes, si bien hay un examen riguroso que hacen los equipos de gobierno como los equipos jurídicos de ambas cámaras. Ahora, si hubiera un bloqueo de esa naturaleza creo que hay que denunciarlo, no creo que el TC se preste para ese tipo de situaciones. Por nuestra parte hay que cumplir el Programa de Gobierno y ese es nuestro norte”.

El diputado del PS Leonardo Soto sostuvo que “sin duda hay preocupación en la Nueva Mayoría de que los sectores más conservadores de la derecha”, insistan en su oposición a estos cambios estructurales –como las reformas educacional y laboral- “utilizando como último recurso la presentación de requerimientos ante el TC”, para impedir que se materialicen dichas transformaciones.

El parlamentario sostuvo que cuando la derecha no tiene mayoría en el Congreso, utilizan al TC, y hay más preocupación por la actual composición del TC que está más inclinada a sectores de centro-derecha: “Tienen mucha esperanza, algunos parlamentarios de derecha de que ahora sí puedan obtener atajar las reformas que ha impulsado este gobierno en el TC, burlando a millones de chilenos que esperan que llegue gratuidad, que haya mejor calidad en la educación y, por supuesto, haya derecho a negociar colectivamente de verdad en sus relaciones laborales, y esa preocupación existe y es real”.

El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara manifestó que el Gobierno no debe moderar las reformas pensando en sortear la valla del TC, ya que eso sería renunciar a su Programa, y que en la eventualidad que se deba acudir a este organismo, se enfrente con convicción en las transformaciones que buscan derrotar a la desigualdad.

Desde la oposición, el diputado de la UDI Arturo Squella no comparte la visión de que la actual composición del TC sea más afín a la derecha, y descartó que este organismo falle desde considerandos políticos. Además, sostuvo que si bien el tribunal es de “fácil acceso”, no se debe abusar de este organismo presentando requerimientos frente a cualquier proyecto que no sea del gusto del sector político de turno.

“Para nosotros es fundamental que en cada una de las modificaciones legales, sean las más importantes o las menos visibles se respete la Constitución, y en estas reformas que el mismo Gobierno ha señalado que son emblemáticas o estructurales, por cierto que en algunas de ellas se ha puesto en duda, precisamente, el respeto a las disposiciones de la Constitución”.

Fuad Chahín señaló que es necesario realizar un buen análisis previo sobre la constitucionalidad de las normas que componen cada una de las reformas, no obstante enfatizó en que debe ser una de las prioridades del proceso constituyente el revisar las “atribuciones excesivas” que posee el TC en materia de control preventivo constitucional de las leyes, coincidiendo con el análisis realizado por De Urresti.

“Confío que terminen primando criterios, más bien, de orden jurídico y constitucional que criterios políticos. En muchas ocasiones se ha visto que ministros del TC, más allá de sus convicciones políticas, lo que hacen es resolver, fallar de acuerdo a sus convicciones jurídicas, y creo que eso es lo que corresponde”, argumentó Chahín, y es esta misma confianza la que arguye como elemento central para sostener su tesis de que se haga una exhaustiva revisión previa de los proyectos de ley.

Finalmente, el diputado de la Falange descartó que deban ser morigeradas las reformas pensando en que puedan pasar el control del TC: “Lo que tiene que tener cuidado el Gobierno es que, efectivamente, no se infrinja la Constitución, pero no de una cuestión de moderación sustantiva o una ponderación de carácter político con lo que pueda fallar el TC, no corresponde. La ponderación tiene que ser jurídica y no política”.

 





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