A dos años de la cumbre del Cerro Ñielol

Luego de la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, de inmediato se culpó a los mapuches por los hechos, pero sin especificar nombres. Las comunidades dieron una señal política con un gran encuentro en Temuco. ¿Qué ha pasado desde entonces?, ¿En qué está el proceso de las comunidades?

Luego de la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, de inmediato se culpó a los mapuches por los hechos, pero sin especificar nombres. Las comunidades dieron una señal política con un gran encuentro en Temuco. ¿Qué ha pasado desde entonces?, ¿En qué está el proceso de las comunidades?

El 16 de enero de 2013, en el Cerro Ñielol en Temuco, se realizó un encuentro que reunía a más de 300 dirigentes mapuches y donde estuvieron presentes los gobernadores de Cautín y Malleco, Miguel Mellado y Erich Baumann, respectivamente, en calidad de “observadores”.

A dos años de esa cumbre y su réplica en 2014, el vocero del encuentro, Aucán Huilcamán, se refirió a la forma que ha tomado el proceso y el trabajo que se realizó durante 2015: “La primera y segunda cumbre establecieron una ruta de quienes estamos comprometidos con la libre determinación. En definitiva, nos hemos impuesto dos compromisos para darle forma a ese derecho del cual somos titulares activos al amparo del derecho internacional. Ellos son la elaboración y adopción de un estatuto de autodeterminación mapuche y, en algún momento, conformar el autogobierno en el sur de Chile”, sostuvo el vocero del Consejo de Todas las Tierras.

El dirigente explicó que este 2015 se realizó una serie de reuniones para convocar a una Asamblea Constituyente Mapuche durante el primer trimestre del 2016 y darle un cauce al derecho de autodeterminación. Ésta no estará supeditada al amparo de la legalidad chilena, ni a la Constitución de la dictadura de Pinochet, porque no dice una palabra de los pueblos indígenas. “Por eso buscamos nuestra propia ruta”, afirmó Huilcamán.

Por su parte, el werkén (vocero) de la Comunidad Autónoma de Temucuicui, Jorge Huenchullán, quien participó activamente de las cumbres, sostuvo que las comunidades aún están disponibles para retomar los otros puntos de la agenda que siguen pendientes. Esto, porque en el Cerro Ñielol se adoptaron diez acuerdos, desafíos que tienen que ver con el derecho y el destino colectivo de los mapuche.

“Se debe dar continuidad, porque hay grandes temas que tienen que ver con el pueblo. Está la auto deteminación mapuche y la posibilidad de demanda al Estado de Chile ante la Corte Internacional por el incumplimiento de los tratados que celebró con el pueblo mapuche. También está la demanda por indemnización que debiera hacer el Estado a las comunidades mapuche para reparar todos los años de despojo, de atropello y de avasallamiento”, afirmó.

El dirigente valoró el trabajo realizado entre 2013 y 2015, pero subrayó que hoy la opción de las comunidades del sector de Malleco es llevar a delante un proceso comunitario al margen del Estado, el llamado “Pacto de Chiguaihue”.

Así lo confirmó el vocero de la comunidad de Rankilko, Rodrigo Curipán, quien comentó que han aprendido mucho de cada paso dado y que han logrado definirse y unirse  como pueblo. “De eso ya no hay vuelta atrás”, planteó.

Curipán explicó que “realizamos un encuentro masivo como comunidades para determinar cuál es el camino que vamos a tomar, no sólo con este gobierno, sino con el Estado en su conjunto. Y todas las comunidades, definitivamente, hemos coincidido en que ya no se puede seguir dependiendo de las políticas que defina el Estado, sino en cómo los mapuche definimos nuestra propia política en relación al tema territorial, el tema económico, la educación, la salud, una serie de determinaciones que tenemos que ir afirmando con el tiempo”.

Curipán sostuvo que hoy la zona apuesta por la organización interna. Esto parte justamente de lo ocurrido en el Ñielol, durante el gobierno de Sebastián Piñera, cuando se cuestionó fuertemente la legitimidad de las autoridades locales y donde el proceso terminó en un diálogo de sordos que incluso fue utilizado por las autoridades de para hablar de “encuentros con las comunidades”.

De hecho, hace pocos días, en conversación con Radio Universidad de Chile, Cristián Larroulet, ministro de la Secretaría General de la Presidencia en esos años, intentó marcar un contrapunto con el actual gobierno al afirmar que en su periodo “al menos había un diálogo fluido con las comunidades, como fue en el Cerro Ñielol o los diálogos comunales”.

A eso le siguieron los intentos de conversar con Michelle Bachelet en su segundo periodo, que fueron casi nulos hasta que se tomaron la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), hace algunos meses. Aún así, dijo, después de varios días de toma, el gobierno intentaba seguir imponiendo sus condiciones al parlamentar. “El gobierno siempre impone sus pautas y así no se puede hablar”, dijo Rodrigo Curián.

En ese sentido, los dirigentes mapuches critican también las propuestas de un nuevo ministerio de Asuntos Indígenas el que, señalan “continuará con el colonialismo y la domesticación”, y el llamado Consejo de Pueblos que, han definido como “un perfecto jardín infantil”.





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