Demolición de Cuartel Borgoño alerta a organizaciones de DD.HH.

Luego que la PDI decidiera iniciar la demolición del ex Cuartel Borgoño de la CNI, ubicado a un costado de la Estación Mapocho, diversas organizaciones en conjunto con la Municipalidad de Independencia lograron la paralización de las obras, para evaluar una salida alternativa y conservar el lugar como un espacio de memoria.

Luego que la PDI decidiera iniciar la demolición del ex Cuartel Borgoño de la CNI, ubicado a un costado de la Estación Mapocho, diversas organizaciones en conjunto con la Municipalidad de Independencia lograron la paralización de las obras, para evaluar una salida alternativa y conservar el lugar como un espacio de memoria.

En conversación con Radio Universidad de Chile el representante de los ex presos políticos, Pablo Varas, recordó que durante los años setenta el cuartel Borgoño fue un consultorio de salud, que después del golpe de Estado pasó a la CNI convirtiéndose desde fines de los ochenta y hasta el noventa en un centro de tortura por donde pasaron cientos de mujeres y hombres.

Varas destacó la importancia de la relación entre espacio y memoria, para las nuevas generaciones, “los ex presos sostenemos de que la memoria debe ser tozuda, hay que trabajar para escribir en el muro de los tiempos lo que sucedió, para que las nuevas generaciones sepan que en este país personas fueron agredidas, violentadas, se les conculcaron sus derechos, fueron tratados de manera inhumana y no solo eso, sino que también los presos fueron estafados”.

Respecto de la inminente demolición del ex Cuartel Borgoño, el ex preso político criticó el rol Estado de Chile en la construcción y preservación de la memoria reciente del país.
Varas agregó que “pienso que el Estado no ha actuado como corresponde, existiendo un ministerio de Bienes Nacionales que tiene que ver con los sitios, con recursos. Por ejemplo hay cuatro personas que fueron asesinadas por la marina entre Tomé y Lirquén y el memorial que existe en ese lugar fue construido por los compañeros de militancia de esos ejecutados. No ha habido apoyo del Gobierno, del Estado porque no ha habido una política de memoria real y concreta”.

Además recordó que un grupo de ex presos políticos lleva 20 días en huelga de hambre para exigir al gobierno que cumpla los acuerdos pactados, que se levante el secreto de los testimonios del Informe Valech, así como el incremento de sus pensiones, entre otras demandas.

“Lo que obliga una huelga de hambre es a colocar el tema de los presos, de los derechos humanos y de la memoria y finalmente el tema de los procesos. Porque aquí gran parte de los torturadores andan en la calle, no han sido sometido a procesos o los procesos duran cuarenta años y cuando llegan a aun tribunal no se acuerda, no saben, hablan en tercera persona”, señaló.

La posible demolición del ex Cuartel Borgoño de la CNI es parte del plan de modernización de la PDI, que busca construir en el lugar el “Cuartel Independencia II” y dejar sólo un memorial en el ingreso al recinto.





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