La periodista de la Universidad de Chile, Catalina Gaete, recapituló lo que fue su solicitud de información de todas las actas de sesiones del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) desarrolladas entre 1989 y 2012, la decisión del Consejo para la Transparencia que le dio acceso a las que no tuvieran que ver con temas de defensa nacional y las presiones que recibió desde el Ministerio de Defensa para que eliminara los documentos.

Asimismo, resaltó la reacción de la prensa a la solicitud: “Lo más impresionante fue El Mercurio que consulta a parlamentarios que rechazan y estiman imprudente revelar las actas del Cosena y además dedica una editorial diciendo, justamente, que al parecer el Consejo para la Transparencia tendría un excesivo celo de la transparencia, sin considerar estos temas de alta sensibilidad”.

Al respecto, el director del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, Hugo Frühling, afirmó que la argumentación gubernamental para denegar la información refleja un supuesto sentido común que se pone en entredicho si la discusión del informe Rettig en el Cosena fue hecha pública.

“Hay ciertas instituciones que parecen estar en el ámbito de la reserva con independencia de la información respecto de la cual se está discutiendo si puede o no ser entregada o difundida, es decir, las instituciones de orden más las de Fuerzas Armadas parecen contar con una especie de presunción de que lo que hacen no podría ser difundido”.

En tanto, el director de la escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, se inclinó por eliminar de la Constitución el concepto de seguridad nacional reemplazándolo por defensa y replantearse la desclasificación de documentos.

“¿Cuándo deja de ser algo atentatorio a la seguridad del Estado? ¿Todavía los documentos de la Guerra del Pacífico tienen que ser secretos? En las sociedades democráticas avanzadas se abre una discusión sobre la desclasificación y los tiempos son 20, 30,40, 50 años, una generación es casi demasiado”.

Michel Figueroa, investigador de Chile Transparente, sostuvo que el Caso Cosena deja en evidencia un proceso de cambio social en el que se está analizando la frontera de qué es público versus lo que es privado en temas de acceso a la información.

“Hay que recordar que el secreto es quien construye también nuestra democracia, sin voto secreto no podría ningún país decir que vive en una democracia, por tanto el secreto también es parte fundamental de la vida en sociedad. Sin embargo, en este caso preguntémonos lo que no hemos debatido ¿tendrían que seguir manteniéndose en secreto esas actas?”.

Por último, recordemos que el mes pasado el Consejo para la Transparencia en sus descargos y observaciones donde pidió el rechazo al reclamo de ilegalidad, aseguró que la pretensión de que Cosena de estar sujeta a su sola autarquía en materia de transparencia repugna nuestro régimen jurídico, constituyéndose como una intención de ponerse al margen y por sobre el estado de derecho.