Parlamentarios acusan presiones para aprobar presupuesto de educación

El diputado Giorgio Jackson apuntó al anuncio de enviar la glosa presupuestaria al Tribunal Constitucional para lograr un cambio de posición del Gobierno. Una vez despachada la Ley de Presupuesto 2017 del Congreso, parlamentarios dieron cuenta de las presiones que se ejercieron para su visto bueno y enfatizaron en la necesidad de dar una discusión en profundidad sobre los cambios a la educación superior.

El diputado Giorgio Jackson apuntó al anuncio de enviar la glosa presupuestaria al Tribunal Constitucional para lograr un cambio de posición del Gobierno. Una vez despachada la Ley de Presupuesto 2017 del Congreso, parlamentarios dieron cuenta de las presiones que se ejercieron para su visto bueno y enfatizaron en la necesidad de dar una discusión en profundidad sobre los cambios a la educación superior.

La Cámara de Diputados y el Senado ratificaron la fórmula acordada en la Comisión Mixta para la Ley de Presupuesto 2017. La Ministra de Educación, Adriana Delpiano, afirmó que los puntos de vista expuestos en la discusión serán insumos para el debate de la Reforma al Sistema de Educación Superior.

Recordemos que en lo que respecta a los recursos para el Ministerio de Educación, se acordó entregar 3 mil 500 becas más para instituciones privadas de educación superior y aumentar en 3 mil millones de pesos el aporte basal para las universidades estatales, además de darse el visto bueno a la glosa de gratuidad.

En el marco de la discusión y a pesar de los acuerdos con la oposición, el senador y presidente de la UDI, Hernán Larraín, llamó al Gobierno a presentar su política de educación superior.

“Ha pasado un año y de nuevo nos encontramos en lo mismo, discutiendo la política de educación superior del Gobierno a partir de una glosa presupuestaria. No puede haber nada peor porque esto significa ausencia de ideas, incapacidad de proponer algo que sea coherente y nos permita a todos discutir de fondo estos temas. Aquí se hacen afirmaciones de cualquier naturaleza que al final desconocen lo que ha sido la realidad de la educación superior y, sobre todo, lo que ha sido el rol del Estado en educación superior privada”.

Por su parte, el senador socialista Carlos Montes hizo un balance negativo de los resultados del acuerdo del Gobierno con Chile Vamos en esta materia.

“Nos preocupa que (el Gobierno) no manifieste una voluntad clara ni cree un mecanismo más expedito, propio para que las universidades estatales se puedan desarrollar. El resultado de la presión de algunos de la Nueva Mayoría llevó a que el Gobierno aceptara que se mencionara e incorporara el plan especial para las estatales con 3 mil 500 millones, en otro caso eran 8 mil 500 millones de pesos y un futuro crédito del Banco Mundial. No logramos ni mayor transparencia, ni regulación del CAE, ni tratamiento especial al crecimiento. Podrán ver que los resultados son a lo menos desiguales”.

No obstante, más claro quedó en la Cámara Baja el significado de las negociaciones llevadas a cabo durante estos últimos días en el Congreso, pues el diputado Giorgio Jackson justificó su abstención acusando a Chile Vamos de incurrir en “chantaje”.

“Anuncie mi abstención como una forma de rechazar este chantaje como lo hemos establecido, que en ningún caso puede comunicarse como una colaboración. La colaboración es cuando dos personas entran en un espacio de conversación en el cual se ponen de acuerdo, en este caso no hubo un acuerdo genuino, hubo un acuerdo forzado producto de este chantaje que se ve tan evidente cuando la derecha renuncia ahora a llevar al Tribunal Constitucional dos cosas que dijo que eran inconstitucionales”.

Mientras, el diputado socialista Manuel Monsalve advirtió que la solución para los estudiantes de planteles privados significará seguir en la lógica del endeudamiento por lo que para él se debe trabajar en la ampliación de gratuidad con una ley larga de educación superior.

En tanto, el diputado independiente Vlado Mirosevic, al igual como lo han planteado los rectores de las universidades del Estado, instó a un debate en profundidad sobre las transformaciones a la educación superior.

“Me es muy difícil votar a favor de esto tal y como me fue muy difícil y voté en contra de la glosa el año pasado, porque la gran discusión que hay que tener es reformar el sistema de educación superior. Mientras no fijemos esas reglas del juego sin lucro, donde el Estado como cualquier país del mundo, apoye con preferencia a las universidades estatales o las universidades públicas y definamos que entendemos por público, mientras no definamos eso, me parece muy difícil, muy complejo financiar por la vía de una glosa el presupuesto de gratuidad”.

Por último, la entrega de bonos de manipuladoras de alimento con corrección de situaciones de no pago de beneficios para las trabajadoras y los más de 300 mil millones de pesos destinados a la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología, fueron otras de las materias de educación aprobadas en el Congreso.





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