Hace dos semanas, integrantes del Movimiento de Acción Migrante participaron en una sesión de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, instancia en las que les comunicaron que durante el primer semestre de 2017 se empezaría a discutir la actualización del marco normativo de migración
En ese momento, la vocera de la colectividad y presidenta del Consejo Nacional de Migraciones, Tatiana Albuja, planteó los puntos fundamentales de la nueva normativa, poniendo en el centro el cumplimiento a los tratados internacionales que Chile ha ratificado en materia de derechos a los extranjeros.
Pese a las promesas, hasta ahora se desconoce la fecha exacta en la que las autoridades de La Moneda cumplirán con el ingreso de la ley. Por eso, Albuja informó que como afectados están coordinando una red nacional para impulsar y exigir la pronta tramitación de la Ley de Migraciones. Asimismo dijo que de no ser escuchados, iniciarán medidas de presión, como protestas y marchas en distintos puntos del país.
El movimiento se estaría gestando también en Antofagasta y Valparaíso con mesas interculturales. Explicó que uno de los principales objetivos es presionar por la modificación de las visas, porque “si no se tiene una visa de uso múltiple como tipo Mercosur, será muy difícil que se pueda garantizar el derecho a la circulación”.
Desde el Movimiento de Acción Migrante piden que se considere el ejemplo de Ecuador con su Ley de Movilidad Humana, normativa que daría cuenta de cómo a nivel regional se están dando estos diálogos por la modernización de la norma de las migraciones.
La preocupación no solo está del lado de la ciudadanía. La diputada Daniella Cicardini, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, llamó a no postergar la discusión. Así, anunció que durante la semana pedirán una reunión con el Ministro del Interior para sincerar el cronograma del proyecto: “La idea es que podamos analizarlo, debatirlo y ojalá concluir su tramitación este año”.
Su contraparte en el senado, Juan Pablo Letelier, manifestó la necesidad de incluir a la ciudadanía en todo momento del debate. En ese sentido, llamó a repensar culturalmente el fenómeno de la migración, entendiendo que se trata de un derecho básico de las personas.
En ese sentido, planteó el desafío que debe asumir Chile, toda vez que como resultado de un sólido crecimiento económico irá recibiendo nuevos migrantes con la intención de establecerse y desarrollarse en nuestro país.