Por estos días, el Gobierno anunció que se preparará el reingreso de un documento a la Contraloría para que se aprueben los decretos con fuerza de ley que fijan los estatutos de las universidades recién inauguradas de O´Higgins y Aysén.
No obstante, las dificultades en infraestructura e incertidumbre en el tipo de gobernanza de los planteles, se han sumado a las dudas sobre sus avances y la eventual puesta en funcionamiento en marzo.
Al respecto, en entrevista exclusiva con Radio y Diario Universidad de Chile, el presidente de la Fech, Daniel Andrade, manifestó su preocupación por el nivel de democracia interna que tendrán las instituciones debutantes considerando el proyecto de educación pública que se ha planteado.
“A nosotros nos queda en duda qué se está buscando con estas nuevas universidades, si se pretende hacer una aprobación en la lista de cosas que se prometieron pero en el fondo no hacerse cargo de un fortalecimiento efectivo de la educación pública. La orientación que hoy se les está dando pensando en una red de universidades estatales y en la calidad de estas instituciones”, señaló.
Las ineficacia de la discusión legislativa
Junto con la puesta en marcha de estas casas de estudios, para este año el Gobierno se fijó prioridades legislativas relacionadas con la educación superior, entre ellas la gran reforma al sistema universitario, el incentivo al retiro de académicos de planteles estatales y la sustitución del Crédito con Aval del Estado.
Sobre estos aspectos, el dirigente de los estudiantes de la Universidad de Chile opinó que a la administración de la Presidenta Michelle Bachelet le ha faltado definiciones en su proyecto educativo, pues a su juicio, pareciera reaccionar con iniciativas acorde a los vaivenes del debate público.
En esa línea, Andrade desconfía de que se consiga un proyecto en el que cada institución tenga un rol diferente pero colaborativo, asimismo el que se ponga término a la lógica crediticia.
“Nosotros vemos muy difícil el debate legislativo principalmente porque la Nueva Mayoría ha fracasado como proyecto transformador. No ha entendido que los cambios se hacen con los actores sociales y al contrario, ha intentado llegar a acuerdos entre cuatro paredes con sus propios parlamentarios. Tenemos hasta ahora una posición de rechazo a la reforma actual porque en el fondo no recoge las demandas del movimiento estudiantil levantadas el 2011”, apuntó.
Andrade recordó que en la gestión pasada de la Presidenta Bachelet, se llegó a un acuerdo amplio con todos los sectores políticos para cambiar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) por la Ley General de Educación (LGE), lo que en su opinión resultó sin profundas modificaciones. Con esta experiencia, para el líder universitario resulta necesario que el movimiento estudiantil no se conforme con un proyecto demagógico y de ser así, lo rechace.
El vocero de la Confech concluyó que si bien hoy las definiciones en estas materias se darán en el Congreso, los estudiantes este año insistirán con movilizaciones en las calles y en las alianzas con otros actores, como el Colegio de Profesores.
En este sentido, surge con fuerza la idea de recuperar un movimiento social por la educación, en el entendido de que hay latente un conflicto con la educación pública que va más allá de los alcances que pueda tener el actual Gobierno.