Mil 371 personas se encuentran albergadas en las regiones de Atacama y Coquimbo, según el último balance realizado por la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi).
En Atacama, se decretaron cinco comunas como zona de catástrofe por las graves consecuencias que ha provocado el sistema frontal, registrado durante el fin de semana pasado. Estas zonas ya sufrieron impactos por los aluviones de 2015, en particular Chañaral, Tierra Amarilla y Diego de Almagro.
El monitoreo de la Onemi reportó el restablecimiento paulatino de los servicios de agua potable y del suministro eléctrico, luego que en varias de las comunas afectadas cerca del 50 por ciento de la población no contara con estos servicios. Este proceso se mantiene intermitente, por lo mismo, los municipios dispusieron camiones aljibes para abastecer a las familias que todavía no cuenten con agua.
Sin embargo, hay localidades al interior de la Región de Atacama donde aún no se han podido establecer los daños. Por lo mismo, los alcaldes de Freirina, Huasco y Vallenar se reunieron con el ministro de Agricultura, Carlos Furche, para solicitarle que estas tres comunas sean declaradas zona de emergencia. Esto les permitiría disponer de mayores recursos y personal para enfrentar la situación.
Los ediles manifestaron que parte del presupuesto municipal se destinó al trabajo preventivo como la limpieza de quebradas, lo que tuvo buen resultado según aclararon las autoridades comunales. Sin embargo, el arriendo de maquinarias para nuevamente retirar parte del barro en las viviendas es un costo extra que no poseen.
A pesar de que durante estos días la Intendencia de Atacama les ha solicitado un reporte de las zonas más afectadas, los alcaldes desconocen el criterio para que se declaren ciertas comunas en emergencia porque, a su juicio, hacia el interior se encuentran las zonas más vulnerables de la región.
El alcalde de Vallenar, Cristián Tapia, señaló que desde el aluvión de 2015 una serie de obras se implementaron de manera provisoria y, por lo mismo, la vulnerabilidad era mayor ante un cuadro de similares características: “Los daños mayores no están en el sector urbano de las comunas sino que en las zonas rurales, principalmente en los caminos y accesos. Entonces, vemos que no hay una preocupación tan grande y nos dejan a la deriva de lo que podamos hacer los municipios, pero sin recursos extras no podemos hacer mucho”.
En ese sentido, agregó que “abrir un camino y contratar maquinaria para una ruta de sólo 35 kilómetros tiene un costo de 20 millones de pesos” lo que agota recursos en obras pendientes desde aluvión pasado.
En la misma línea, el alcalde de Huasco, Rodrigo Loyola, cuestionó la capacidad de respuesta de la Intendencia ante esta catástrofe.
El jefe comunal relató que ante el pronóstico del temporal, la gobernación les destinó rollos de nylon para sortear mejor las lluvias, plástico que luego ellos debieron llevar a algunas de las localidades que se vieron más afectadas en 2015.
“Se repite la historia porque tenemos que competir con comunas más grandes donde se le asignan más recursos”, enfatizó Loyola.
La diputada de la Democracia Cristiana por la Región de Atacama, Yasna Provoste, reparó en el grado de desconocimiento que se presenta sobre la situación que enfrentan varias localidades al interior de la región. Un escenario que se arrastra de 2015 porque, según señaló la legisladora, las casas definitivas todavía no están a disposición de las familias.
Sector agrícola afectado
El ministro de Agricultura afirmó que si bien este cuadro es muy serio para la región, no alcanzaría las características que tuvo el aluvión registrado en 2015.
La autoridad precisó que la mayor cantidad de agricultores afectados se ubican principalmente en la provincia del Limarí.
Hasta este lunes, en la Región de Coquimbo se registraron dos personas fallecidas en la comuna de Monte Patria y 324 personas damnificadas. En tanto, 400 personas se mantendrían aisladas en la localidad de Puerto Aldea, ubicada al sur de Tongoy.
Respecto de la conectividad, en ambas regiones se mantienen interrupciones en rutas interiores que se han visto afectadas por el paso del agua y barro. En cuanto a la situación de los puertos, el terminal de Huasco continúa cerrado para naves menores, mientras que el de Chañaral permanece cerrado para todo tipo de embarcaciones.
Las clases se mantienen suspendidas en todos los colegios de la Región de Atacama, mientras en Coquimbo se realizarán con normalidad a excepción de los establecimientos ubicados en las comunas al interior de la región.
Durante las últimas horas se ha reforzado el trabajo con maquinarias para despejar las rutas en Chañaral y las otras cuatro comunas decretadas zona de catástrofe y las empresas sanitarias han informado que de aquí al viernes se restablezca el cien por ciento del agua en esa ciudad.
Desde La Moneda, la vocera de Gobierno, Paula Narváez, señaló que los ministros competentes acudirán a la zona de emergencia para evaluar los daños y manejar con mayor celeridad las soluciones para la población afectada. “Se están realizado todas las actividades de limpieza y despeje para que las personas puedan retomar sus vidas con normalidad”, dijo la ministra de la Segegob.