Comisión del Senado respalda anhelo de Cardoen de salir de lista de Interpol

Por unanimidad, la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta decidió respaldar al empresario y pidió la asistencia del Canciller de Chile, el Embajador de EEUU y el Jefe de Interpol en Chile la próxima semana en la siguiente sesión para tratar el caso particular de Cardoen.

Por unanimidad, la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta decidió respaldar al empresario y pidió la asistencia del Canciller de Chile, el Embajador de EEUU y el Jefe de Interpol en Chile la próxima semana en la siguiente sesión para tratar el caso particular de Cardoen.

Este miércoles, la Comisión de Derechos Humanos del Senado recibió al polémico empresario Carlos Cardoen, recordado por su incursión en el mercado armamentístico durante los años ochenta, con un estrecho vínculo de negocios con la dictadura de Augusto Pinochet.

El hombre de negocios desde hace años que intenta revertir la denuncia en su contra que le impide salir del país. Esto debido a que desde 1994, pesa en su contra una orden de captura internacional de Interpol, establecida luego de la denuncia interpuesta por el gobierno de Estados Unidos contra Cardoen acusado de vender circonio de manera ilegal al régimen de Sadam Husein en Irak, con el objetivo de fabricar bombas de racimo.

La Comisión de Derechos Humanos es una instancia más en la avanzada de Cardoen por terminar con su reclusión. Según publicó La Tercera en 2015, incluso el actual canciller Heraldo Muñoz, así como el del gobierno de Sebastián Piñera, Alfredo Moreno, han realizado gestiones que buscan terminar con la sanción estadounidense hacia Cardoen, sin obtener hasta ahora resultados positivos.

Y es que el ex vendedor de armas mantiene una relación estrecha con la política, tanto de la Nueva Mayoría como con Chile Vamos. Según el libro ‘Poderoso Caballero. El peso del dinero en la política chilena’, del periodista Daniel Matamala, Cardoen habría jugado un rol activo como financista en el mundo de la política, desde donde han surgido sus principales aliados en su batalla legal.

Cardoen y Pinochet

El Dictador chileno Augusto Pinochet junto al empresario Carlos Cardoen, 1986.

Desde el rubro turístico y viñatero que desarrolla actualmente desde la comuna de Santa Cruz, región de O’Higgins, el empresario ha desplegado su imperio en Chile y ha potenciado su rol como “mecenas” en diversas áreas. Ha sido en su hacienda en Santa Cruz donde recibe a sus invitados, varios de ellos del mundo de los negocios, el arte y de la política, incluso ha recibido a la presidenta Michelle Bachelet, quien fue la invitada principal en la ceremonia de la primera piedra del Museo del Vino de Chile en Lolol en 2016, iniciativa justamente de Cardoen, visita que terminó con una comida intima en su casa. En tanto, los honores que han rendido otros gobiernos al empresario han sido ostentosos, como la Órden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral, que se le otorgó en 2005 durante el mandato de Ricardo Lagos.

Al igual que cada vez en que ha buscado apoyo político, en la Comisión de Derechos Humanos nuevamente encontró un respaldo transversal, entre nombres como los senadores; Manuel José Ossandón, Jacqueline Van Rysselberghe, Pedro Araya y Juan Pablo Letelier. Este último, conocido de cerca, es senador por la región de O’Higgins, en donde Cardoen tiene gran influencia. Letelier anteriormente había realizado gestiones en Washington a favor del caso del caso particular del empresario.

Por su parte, otro parlamentario que integra la comisión, Alejandro Navarro, indicó a Radio Universidad de Chile que comparte los argumentos presentados por el empresario: “La última respuesta del Departamento de Estado de Washington es que se mantienen las condiciones, no fundamentando, no argumentando cuál es el elemento base para esta petición a Interpol. Esta situación de extraterritorialidad, es decir, que Estados Unidos pueda imponer de manera discrecional impedimentos a cualquier ciudadano chileno respecto de una acusación sin fundamento por más de dos décadas, es un abuso de parte de Estados Unidos”, dijo el congresista.

En el lado de Chile Vamos, uno de sus aliados más cercanos es justamente su abogado, Juan Pablo Olmedo, ex presidente del Consejo para la Transparencia, quien actualmente, además de defender a Cardoen, es candidato a diputado por la Región de O’Higgins, representando a Evópoli.

En lo concreto, la Comisión de Derechos Humanos acordó este miércoles que durante la próxima semana se citará al canciller Heraldo Muñoz, al embajador de Estados Unidos,  al jefe de Interpol en Chile, además de las autoridades de aduanas y la PDI, para tratar el tema particular de Cardoen.

También en el ámbito político, existe un hecho que hasta hoy no ha sido dilucidado en su totalidad. Según un artículo publicado en El Mostrador en 2015, existen una serie de documentos de Cancillería que fueron adulterados para incluir párrafos que sustentan la defensa del empresario.

El cambio estadounidense

El millonario, quien fue acompañado por su hijo y su abogado a la comisión, plantea que no se sustenta esta medida del gobierno estadounidense, debido a que nunca han solicitado su extradición. Pero, tal como señaló la embajada de dicho país en 2013, en una carta enviada a revista Capital, el tratado vigente de extradición que mantienen ambos países, pactado a principios del siglo XX, no contempla el delito por el cual es acusado Cardoen. A partir de esto es que dicho gobierno apela a detenerlo en caso de que este abandone Chile.

Estados Unidos acusa que Cardoen, al momento de comprar el circonio al país del norte, falsificó las licencias señalando que serían para explotación minera, siendo que el objetivo era la fabricación de armas. Por su parte, la defensa del empresario es, que el gobierno de Estados Unidos estaba en conocimiento de esto pero que modificaron su criterio luego de que Irak dejara de ser un país aliado.

Lo que “condena” a Cardoen es efectivamente el cambio de la alianza estadounidense. En 1982, el gobierno de Ronald Reagan tomó posiciones a favor de Sadam Husein en medio del conflicto que enfrentaba a Irak con Irán. Bajo este contexto es que el empresario chileno pudo extender su negocio bélico hacia Irak, impulsado por los intereses del mandato de Reagan. Pero en 1990, luego de que Irak invadiera Kuwait, Estados Unidos dio un giro y el país que lideraba Husein pasó a ser del bando enemigo, debido al interés geopolítico del país norteamericano por sobre el territorio en disputa.

Sobre esto, existe un testimonio del ex funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Howard Teicher, que data de 1995 pero publicado en La Tercera en 2002, que avala el rol estadounidense en la facilitación de bombas de racimo a Irak previo a 1990.





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