Ya lo había advertido Putin cuando dijo que Rusia se vería obligada a tomar represalias en algún momento si Washington presiona con nuevas sanciones a Moscú.
Este viernes el gobierno ruso ha precintado una propiedad de la embajada de EEUU y ha ordenado reducir el número de diplomáticos de este país hasta 455 personas.
Es la respuesta a las medidas adoptadas por el anterior presidente de EEUU, Barack Obama, en 2016 por la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones norteamericanas.
Putin atribuye estas sanciones a la “histeria antirrusa” imperante en Estados Unidos. Su ministerio de Asuntos Exteriores cree que representan “un paso muy serio hacia la destrucción de las posibilidades de normalizar las relaciones”.
Una declaración publicada en el sitio web de la Cancillería detalla esta expulsión de diplomáticos. También suspende desde el 1 de agosto el uso por la embajada de EEUU de una casa de campo y de los almacenes que tiene en Moscú.
*Foto portada: El canciller ruso Serguei Lavrov (RFI).