“La CIJ, en el fallo sobre controversia Perú y Chile, determinó el 27/01/2014 que ‘al momento de su independencia, Perú y Chile, no eran estados vecinos, porque entre los dos países se encontraba Charcas’, y desde 1825 es Bolivia. Antofagasta fue, es y será territorio boliviano”.
Este fue el polémico comentario que el presidente boliviano, Evo Morales, publicó a primera hora de este lunes a través de su cuenta de Twitter y que generó tanta noticia como el inicio de los alegatos orales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
La afirmación del jefe de Estado boliviano fue rápidamente replicada por el Presidente Sebastián Piñera, quien desde La Moneda dijo que Chile siempre ha sido un amante de la paz y por eso es respetuoso con el derecho internacional y los tratados.
En ese sentido, indicó que “el presidente de Bolivia se equivoca una vez más, puesto que de acuerdo al tratado de 1904, que fue válidamente celebrado por Bolivia y por Chile, Antofagasta ha sido, es y va a seguir siendo chilena. Quiero también asegurar a mis compatriotas que este presidente va a defender con firmeza y con voluntad nuestra soberanía, nuestro territorio, nuestro mar y nuestra integridad territorial de acuerdo al derecho internacional y a los tratados vigentes”.
Consultado sobre la polémica, Evo Morales insistió en su afirmación y acotó que “el año 1825, en la fundación de la República de Bolivia, Antofagasta era boliviano. Una invasión nos arrebató todo el territorio del litoral boliviano. Cómo pueden ocultar la verdad, cómo podemos tergiversar la verdad. Además de eso, el tratado de 1904 fue impuesto, injusto e incumplido”.
Efectivamente, la ciudad fue fundada por el gobierno boliviano en 1868, cuando también pasó a ser la capital de la provincia de Mejillones. Años después de la Guerra del Pacífico, en la que Chile triunfó, se firmó el Tratado de Paz y Amistad entre ambos países, que fue suscrito el 20 de octubre de 1904 y promulgado el 21 de marzo de 1905. En su segundo artículo, el tratado define los límites entre ambas naciones, fronteras que se mantienen hasta hoy e impiden la salida al mar de un país que nació con él.
Para el analista internacional Guillermo Holzmann, este tipo de declaraciones por parte del primer presidente indígena del continente obedecen a una estrategia comunicacional para presionar a la CIJ y así fallar a favor de la demanda boliviana, lo que obligaría a Chile a negociar una salida al mar. “Es una declaración política, que contradice completamente lo que está escrito y lo que está aceptado en el tratado de 1904, que fue aprobado por los congresos de ambos países y no fue impuesto, sino que fue resultado de una negociación posterior a la Guerra del Pacífico. La interpretación que hace el presidente Evo Morales es parte de su estrategia comunicacional, orientada a instalar la idea que efectivamente Chile tiene la obligación de negociar”, dijo.
Holzmann también consideró que esta estrategia obedece a un escalamiento de la demanda, pues hasta hace poco la demanda era el mar y hoy también se suma Antofagasta.
Por su parte, la profesora del Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, Paz Milet, estimó que este tipo de afirmaciones no favorecen la imagen del mandatario boliviano: “Ambos países están enfrentando posiciones frente a reconocidos jueces internacionales. Que el presidente de uno de los países que está interviniendo plantee un elemento confrontacional, poco antes que se desarrollen los alegatos, genera un elemento no agradable pero que responde a una permanente estrategia comunicacional que se ha desarrollado desde Bolivia a través de las redes sociales”, explicó.
Para Milet, es sumamente difícil que Antofagasta vuelva a formar parte del territorio boliviano, porque significaría cortar la continuidad territorial de Chile, lo que probablemente no tendría respaldo internacional. Además, dijo, hay otro factor determinante: Perú.
Esto, porque existe un tratado de 1929, que sigue vigente, en que “hay un punto preciso que dice que antes de ceder a un tercero territorio que antes fue del otro, debe consultarse. Al respecto, para Perú es vital mantener la continuidad en la frontera con Chile. Perú siempre se ha hecho y estará presente”, explicó Millet.
Esta nueva arista del conflicto entre Chile y Bolivia no es parte de la demanda que se tramita en La Haya, pues ésta se limita a exigir una negociación para llegar a una solución en el tema marítimo. Este martes nuevamente corresponde el turno a Bolivia, para dar paso, jueves y viernes, a los argumentos de Chile.